Perú acogió el seminario “Diálogo, reconciliación y gobernabilidad”, en el que han convergido organizaciones sociales y eclesiales del país suramericano y el mundo para analizar el futuro de la democracia y el trabajo en la región.
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Este evento se realizó en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Lima, con el apoyo del Instituto de Estudios Social Cristianos (IESC).
Entre las organizaciones participantes están: Acuerdo Nacional, la Conferencia Episcopal de Perú, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Consejo Interreligioso del Perú.
La mejor política
Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL), fue una de las panelistas. Abordó el tema de la democracia a la luz del magisterio del papa Francisco.
“La democracia no es una forma de gobierno, sino un estilo de vida que debe darse en las formas de gobierno para que sean legítimas”, señaló Cuda.
Toda vez que ha insistido que es urgente entender la democracia como un estilo de vida donde “prime el diálogo social como la mejor política” y “tenga el sabor dulce del Evangelio”.
No obstante, para la catedrática y laica argentina hay mucha tela por cortar en esta materia, puesto que “ aún la gran mayoría sobrevive en condiciones inhumanas”, mientras que se reprime a quienes reclaman condiciones dignas.
Reunión bilateral entre directivos de la OIT y el Celam
Encarnar el Evangelio será una forma válida para sortear estas crisis. Esto solo se logrará mediante “el diálogo social como herramienta eficaz para garantizar dignidad humana, acceso universal a los bienes creados y desarrollados, solidaridad institucionalizada y estructuras de gobierno subsidiarias”.
Encuentro bilateral
En el marco de este seminario, se ha dado un encuentro bilateral entre la OIT en la región andina y el Centro de Gestión del Conocimiento, ente adscrito al Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
Ítalo Cardona, director para los países andinos de la OIT, y Guillermo Sandoval, director del CGC, repasaron temas diversos: diálogo social, el compromiso de la Iglesia con la justicia laboral y el desarrollo de las personas.
Ambas instituciones han expresado su voluntad de colaborar, a mediano plazo, en propuestas que fomenten la dignidad de las personas en entornos laborales. En especial, afrontar los desafíos que plantea la “informalidad laboral” y “la inteligencia artificial” en el futuro de millones de personas.
Foto: Celam
