El cardenal Cupich presenta su renuncia al Papa, pero Francisco no la aceptará pronto

El norteamericano cumple 75 años este 19 de marzo

Blase J. Cupich, cardenal arzobispo de Chicago

Este 19 de marzo el cardenal Blase Joseph Cupich, arzobispo de Chicago, cumple 75 años: la edad a la que, según el Código de Derecho Canónico, debe presentar su renuncia ante el papa Francisco. Y este, aceptarla. O no.



Teniendo en cuenta que el pontífice nombraba hace apenas unos días –concretamente, el 16 de marzo– a Cupich como miembro del Dicasterio para la Cultura y la Educación, parece que Francisco no tiene prisa por “jubilar” al que es uno de sus hombres en Estados Unidos y a quien creó cardenal en el consistorio que se celebró el 19 de noviembre de 2016.

Por todo ello, y teniendo en cuenta que sigue dándole roles en el Vaticano, no es descabellado pensar que el Papa puede tardar algún tiempo –años, incluso– en aceptar la renuncia de Cupich, como ya hiciera con el cardenal Juan José Omella (quien está a punto de cumplir 78 años). Con algunos ha llegado a alcanzar los 80 años de edad antes de aceptar la renuncia, como hizo con el también español Ricardo Blázquez o, recientemente, con el hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.

Defensor de Francisco

Blase J. Cupich fue uno de los defensores del Papa en tierras americanas cuando, por ejemplo, empezaron a proliferar las reacciones negativas ante el motu proprio ‘Traditionis Custodes’ y al ‘Rescriptum ex Audientia’ publicado por el cardenal Arthur Roche restringiendo el uso del misal anterior. Ya entonces, el arzobispo de Chicago consideraba que esas críticas eran algo que esperar: “no hay nada nuevo bajo el sol”. Y es que para él, “el hecho de que el Santo Padre haya tenido que hacer esto 60 años después del concilio Vaticano II me entristece, pero no me sorprende”.

También se mostró entusiasmado con lo vivido en la primera Asamblea del Sínodo de la Sinodalidad: “Hemos logrado algunos avances reales y los obispos disfrutaron de tener laicos allí. No fue [simplemente] tolerarlo”, aseguró justo a su fin, el pasado mes de octubre. Pero, sobre todo, ha defendido la necesidad de un texto como ‘Fiducia supplicans’, ya que considera que “ayudará a muchas más personas de nuestra comunidad a sentir la cercanía y la compasión de Dios”.

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