Ser un niño misionero (y dibujar) tiene premio

El concurso nacional de la Infancia Misionera organizado por Obras Misionales Pontificias ya tiene ganadoras

“He representado a los niños felices porque ahora conocen a Jesús”. es lo que señala Natalia Carrilero que tiene 11 años y vive en la provincia de Albacete. Ella ha sido una de las ganadoras del 11º edición del Concurso nacional de Infancia Misionera en el que han participado miles de niños de toda España. Una iniciativa de Obras Misionales Pontificias en torno a esta jornada que busca que los niños aprendan el espíritu misionero, y expresen con creatividad en un dibujo el lema de la jornada, en esta edición “Comparto lo que soy”.



Espíritu misionero

“Los misioneros son muy buenos, ayudan a los niños a que conozcan a Jesús” señala la galardonada de la categoría de mayores que también en el Domund sale con las huchas para pedir por los misioneros, en adviento participa en Sembradores de Estrellas… gracias al impulso misionero de su catequista. Elaborado con rotuladores de punta pincel, y con mucho color, el dibujo rebosa alegría. Por ello, de entre 60 finalistas, el jurado ha tomado una decisión. Un jurado formado por Begoña Díez –delegada diocesana de misiones de Jerez, miembro del secretariado de Infancia Misionera e ilustradora–; Pablo de Mergelina –director de la plataforma SuperGesto–, y José María Calderón, director nacional de OMP.

“Simplemente el hecho de sentarse a pensar qué pueden dibujar para expresar cómo ellos comparten lo que son, les puede a ayudar crear conciencia sobre temas importantes”, señala Fernando González, responsable de esta Obra Pontificia en España. “Les ayuda a fortalecer su sentido de comunidad eclesial y a promover la reflexión personal sobre su papel como católicos en el mundo”, concluye. Ahora los ganadores de las dos categorías en las que se reparten los cursos de Primaria recibirán algunas tabletas informáticas, auriculares inalámbricos y una suscripción anual a la revista Gesto.

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