Francisco no rezará el ángelus por primera vez en sus diez años de pontificado

  • El Papa “está bien”, pero su equipo médico le ha sugerido no hacerlo para “no forzar la pared abdominal”
  • “Es una prudencia que le hemos pedido sabiendo que para él es un sacrificio”, ha explicado Sergio Alfieri, médico del Papa

El papa abandona el Vaticano para operarse de una hernia abdominal en el hospital Gemelli

“La recuperación postoperatoria del papa Francisco sigue su curso con normalidad. Él está bien”. Así comenzaba la rueda de prensa de Sergio Alfieri, médico del Papa, y Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, desde el Policlínico Gemelli, donde el Papa continúa ingresado desde su operación del pasado miércoles.



“Hoy comienza con una dieta semilíquida, lo que significa que está aumentando el número de alimentos que puede asumir”, ha continuado. Sin embargo, sí que hay algo que Jorge Mario Bergoglio no podrá hacer esta semana: rezar el ángelus, como cada domingo, con los peregrinos que llegan hasta el Vaticano.

El primer ángelus cancelado

“No queremos que la pared abdominal entre en tensión, con el fin de que la red protésica que se le ha implantado al Papa para reforzarla consiga que los músculos se recuperen de un modo óptimo”, ha explicado Alfieri. “Por este motivo, el equipo médico ha pedido al Papa que no proceda al rezo del ángelus mañana en público”. Se trata, de hecho, del primer ángelus que Francisco no rezará en sus diez años de pontificado, si bien Matteo Bruni ha matizado que “lo rezará de forma privada, y todo aquel que se quiera unir a él espiritualmente podrá hacerlo”.

“Una persona de 86 años a lo mejor a los pocos días de este tipo de operación ya puede caminar, pero no recuperar una actividad frente a millones de personas”, ha continuado, subrayando que el equipo médico ha pedido al Papa que continúe su reposo, “aunque la decisión es solo suya”. “Se trata de respetar la dignidad de la persona y dejar que se recupere de la mejor manera posible”, ha aseverado, recordando que, si bien después de su operación de diverticulitis sí pudo rezar el ángelus, “habían pasado siete días y no era el mismo tipo de operación”.

“Es una prudencia que le hemos pedido sabiendo que para él es un sacrificio”, ha concluido Alfieri. De esta manera, el equipo médico ha convencido al Papa de hacer parte de la convalecencia (que será alrededor de una semana) en el hospital, ya que así “cuando salga podrá retomar su actividad con mayor fuerza y seguridad”.

Suspendidas las audiencias hasta el 18 de junio

El miércoles, al finalizar la audiencia general, Francisco se desplazó al Gemelli para ser intervenido. El Pontífice se sometió a una operación por “laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis bajo anestesia general”, según informaba la Santa Sede.

La operación, dispuesta en los últimos días por el equipo médico que asiste al Pontífice, se hizo necesaria a causa de “una hernia incisional incarcerada que está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”, señalaba el comunicado diurno. “La estadía en el establecimiento de salud tendrá una duración de varios días para permitir el curso posoperatorio normal y la recuperación funcional completa”, añadían.

La intervención, como aseguraba el médico del Papa, se ha hecho “ante una patología benigna”. “Quiero subrayarlo porque suscita muchas preguntas: la patología de la que se ha operado hoy al Papa es benigna, de la que está totalmente curado y el Papa no tiene otras enfermedades”, agregaba.

“En cuanto lo diga el equipo médico podrá volver a hacer vida normal. Lo único que le he dicho es que no haga esfuerzos y que no coja peso. Él me ha mirado como diciendo: ‘¿A ti te parece que cojo mucho peso?’”, decía riendo el doctor.

Como ha informado Bruni, “como medida de prevención, se suspenden todas las audiencias hasta el próximo 18 de junio”.

Hospitalizado en marzo por una bronquitis

El Papa fue hospitalizado en el Gemelli el pasado 29 de marzo a causa de una “bronquitis de base infecciosa” que requirió de la suministración de una terapia antibiótica intravenosa.

Bergoglio se sintió mal tras presidir la habitual audiencia de los miércoles en la Plaza de San Pedro a causa de un dolor en el pecho cuando ya se encontraba en su residencia de Santa Marta. Al parecer, Francisco compartió este hecho a su asistente sanitario personal, Massimiliano Strappetti, que le aconsejó ir en ambulancia al Gemelli para someterse a una revisión.

La última vez que Francisco estuvo hospitalizado fue en julio de 2021 en el mismo centro, donde fue operado de diverticulitis.

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