“Existe un vínculo inseparable entre la vocación misionera de la Iglesia y el ofrecimiento de la misericordia”. Así lo ha recordado hoy el papa Francisco durante su audiencia a los participantes en el XXXIII Curso sobre el Foro Interno promovido por la Penitenciaría Apostólica, que tendrá lugar del 20 al 24 de marzo de 2023 en la Basílica de San Lorenzo de Dámaso.
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“Viviendo de la misericordia y ofreciéndola a todos, la Iglesia se realiza a sí misma y realiza su propia acción apostólica y misionera”, ha aseverado. Por este motivo, el Papa ha señalado que “no es posible, especialmente en este tiempo de Cuaresma, dejar de prestar atención al ejercicio de la caridad pastoral, que se expresa de manera concreta y eminente precisamente en la plena disponibilidad de los sacerdotes, sin reservas, al ejercicio del ministerio de la reconciliación”.
Así, ha recordado que “la disponibilidad del confesor se manifiesta en algunas actitudes evangélicas. Sobre todo en acoger a todos sin prejuicios, porque sólo Dios sabe lo que la gracia puede obrar en los corazones, en cualquier momento”.
Confesión individual
“Si la misericordia es misión de la Iglesia debemos facilitar al máximo el acceso de los fieles a este encuentro de amor, cuidándolo desde la primera Confesión de los niños y extendiendo esta atención a los lugares de cuidado y de sufrimiento“, ha insistido, ya que “cuando ya no se puede hacer mucho para sanar el cuerpo, se puede y se debe hacer siempre mucho por la salud del alma”.
“En este sentido, la Confesión individual representa el camino privilegiado a seguir, porque favorece el encuentro personal con la Divina Misericordia, que todo corazón arrepentido espera. Todo corazón arrepentido espera misericordia”, ha concluido Francisco. “En la Confesión individual, Dios quiere acariciar personalmente, con su misericordia, a cada uno de los pecadores”.
