Farrell: “Lo más grande que nos ha enseñado Francisco en estos diez años es que nadie queda excluido en la Iglesia”

“El Papa es la persona más indicada para enseñarnos cómo debe vivir el mundo. ¿Le escuchamos todos? No. Pero él ha abierto los brazos de la Iglesia para abrazar a todo el mundo, no solo a los católicos, y no solo a los buenos católicos que van a la iglesia. A todos los católicos. A todas las personas. Nadie queda excluido. Y, para mí, eso es lo más grande que nos ha enseñado Francisco en estos diez años”. Así lo afirma el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en entrevista con Vatican News con motivo de los 10 años de pontificado.



En la entrevista, el purpurado estadounidense afirma también que “el mayor logro del Papa ha sido mostrarnos cómo vivir el Evangelio. Será recordado por eso, y por enseñarnos a todos que tenemos que salir a las periferias. Eso significa que tenemos que comprometernos con la gente”. Asimismo, en su opinión, “Francisco ha hecho enormes progresos en la Iglesia y ha cambiado la mentalidad de muchos, tanto clérigos como no clérigos”.

Sobre su trabajo en la Curia romana, Farrell destaca que el Papa le llamó para “promover a los laicos dentro de la Iglesia, y para encontrar estructuras y formas en las que los laicos puedan ser miembros activos. Y creo que lo ha conseguido…”. En el Dicasterio que preside hay hoy tres sacerdotes del total de 35 trabajadores. Por eso, dice imaginar que “tendré el honor de ser el último clérigo en ser prefecto de este Dicasterio”.

La cultura de la vida

En relación a la personalidad del Pontífice, el cardenal sostiene que “Francisco está en contacto con la gente y quiere enseñarnos cómo poner en práctica lo que aprendemos de la doctrina de Juan Pablo II y del énfasis de Benedicto XVI en la teología del encuentro con Jesucristo”. “Puedo decir, por experiencia personal, que nada trae más felicidad y alegría al Papa que encontrarse con la gente”, añade.

Por último, y en relación a la defensa de la vida, recalca que “solo conseguiremos construir una cultura de la vida cuando cambiemos las mentes y los corazones de todas las personas. Esto se refiere no solo a la cuestión del aborto, sino a la cuestión de las guerras injustas, de los asesinatos, de la pena de muerte”.

Noticias relacionadas
Compartir