El Papa ha concedido una entrevista al periodista Paolo Rodari para la Radiotelevisión Suiza (RSI), que se emitirá el próximo domingo 12 de marzo, víspera del décimo aniversario de su elección. Vatican News ha adelantado un extracto de la misma, en la que se deja ver algunos temas tratados: las prioridades del pontificado, la acogida para todos, la guerra en Ucrania y otros conflictos, las relaciones con el predecesor, el más allá.
Preguntado por qué haría si se volviera a reunir con Putin, Francisco ha señalado que “le hablaría con la misma claridad con la que hablo en público. Es un hombre educado”. “El segundo día de la guerra fui a la embajada rusa en la Santa Sede para decir que estaba dispuesto a ir a Moscú si Putin me daba una ventana para negociar. Lavrov me escribió dándome las gracias, pero ahora no es el momento. Putin sabe que estoy disponible. Pero allí hay intereses imperiales, no sólo del imperio ruso, sino de imperios de otros lugares. Precisamente del imperio es poner a las naciones en segundo lugar”, explica el Papa.
“Todo el mundo reza”
Sin embargo, la de Ucrania no es la única guerra que le preocupa. “El conflicto de Yemen, Siria, los pobres Rohingya de Myanmar. ¿Por qué este sufrimiento? Las guerras duelen. No hay espíritu de Dios. No creo en las guerras santas”, explica en la entrevista.
En cuanto a la posibilidad de renuncia que inició Benedicto XVI, el Papa señala que se plantearía una renuncia en caso de “un cansancio que no te hace ver las cosas con claridad. Una falta de claridad, de saber valorar las situaciones. Quizá también un problema físico”. Además, revela que siempre “pregunta sobre cómo va y se deja aconsejar”.
Finalmente, el periodista le pregunta por qué siempre pide que recen por él. “Estoy seguro de que todo el mundo reza. A los no creyentes les digo: recen por mí y si no rezan envíenme buenas ondas. Un amigo ateo me escribe: …y yo te mando buenas ondas. Es una forma pagana de rezar, pero es un amar. Y amar a otro es una oración”.
