“En España hay seres humanos a los que no reconocen derechos humanos”. Es el balance que hace el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, ante la decisión del Tribunal Constitucional de rechazar el recurso interpuesto por el Partido Popular que consideraba inconstitucional un artículo de la ley del aborto aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010.
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“Nuestro Tribunal Constitucional, garante de nuestros derechos, entre ellos el fundamental de la vida, ha definido que solo protege los derechos de los nacidos”, expone el portavoz de los obispos en un tuit sobre un pronunciamiento que llega apenas unas semanas después de que tomara posesión el nuevo presidente del órgano de garantías, Cándido Conde-Pumpido, y tras más de una década de espera. Por todo ello, el también obispo auxiliar de Toledo asegura que “hoy es un día triste para la sociedad española”.
A la reacción del secretario general se ha ido sumando el malestar de otros tantos obispos. Así, el vicepresidente del Episcopado, el cardenal Carlos Osoro, ha expresado que “es triste comprobar que la vida, que es lo más sagrado, se pone en cuestión en su origen”. “Defenderla y promoverla es misión y tarea”, expone el arzobispo de Madrid en sus redes sociales.
