La Iglesia en México: la sinodalidad debe incluir a los descartados de la sociedad

En las conclusiones de la ‘Síntesis sinodal. Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’, los obispos afirman que estos caminos deben llegar incluso a los criminales y a las personas con diferentes preferencias sexuales

monseñor Francisco Javier Acero

La Iglesia en México quiere generar confianza y buscar formas de acercamiento con “jóvenes, abuelos, divorciados, hermanos separados, agnósticos o ateos, políticos, empresarios, miembros de las llamadas ‘tribus urbanas’, personas con diferentes preferencias sexuales, discapacitados, migrantes, enfermos, personas en situación de calle y hasta con delincuentes y miembros de organizaciones criminales”.



Esta afirmación forma parte de las conclusiones de la ‘Síntesis sinodal. Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’, surgidas en el marco de la ‘Fase diocesana del Sínodo sobre Sinodalidad’, rumbo a la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos al que ha convocado el papa Francisco, a celebrar en octubre de 2023.

Los obispos señalaron que la voz del Espíritu los invita a abrir nuevos caminos de comunicación y acompañamiento, no sólo con los fieles, sino especialmente con los descartados en la sociedad. “Hay que vencer la inercia del ‘siempre se ha hecho así’, para que nuestro testimonio sea creíble”.

Los obispos consideran que además es necesario promover la escucha atenta en las parroquias: “No se trata de un simple ‘buzón de quejas’, sino de un espacio de fraternidad, experiencia de ‘caminar juntos’, atendidos por personas sensibles y preparadas”.

Comenzando por los más alejados

El énfasis de la síntesis está puesto en la necesidad de realizar opciones en favor de la dignidad humana, los pobres, los indígenas (por la justicia, la verdad el amor y la paz), “para contribuir, desde la evangelización, a reconstruir el tejido social tan dañado”.

Con relación al documento, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, explicó que la ‘Fase diocesana del Sínodo sobre Sinodalidad’ se dio en el marco de los esfuerzos pastorales por ser “una Iglesia en salida” y de la “cultura del encuentro”.

En un video mensaje, explicó: “Esta fase de escucha y discernimiento en las diócesis generó una síntesis sinodal con diez núcleos temáticos, los cuales nos invitan a ser más humildes, pero también a soñar con una Iglesia que camina junta, a escuchar cada vez más a incorporar de una mejor manera a todos los que forman parte de ella, pero comenzando por los más alejados, a generar un diálogo abierto y franco que nos lleve a descubrir nuevas voces para discernir mejor lo que nos pide el espíritu santo”, agregó el obispo Castro.

Para lograr la síntesis los obispos tuvieron reuniones presenciales a varios niveles, formación de círculos de diálogo, aplicación de formularios virtuales vía internet, campañas de consulta, con la finalidad de ampliar la participación.

Los participantes

En el documento sobre la consulta sinodal, los obispos reconocen que las y los religiosos, así como los movimientos laicales, tuvieron poca participación.

“En conjunto, hubo consulta amplia usando metodologías mixtas o híbridas. La mayoría de las diócesis trabajó suficientemente el momento de concientización y distribución de subsidios para este ejercicio, pero no todos siguieron de manera puntual los pasos de la metodología propuesta”.

“Unos realizaron ejercicios amplios con participación de cientos y hasta varios miles de personas, otras consultas fueron reducidas en número, sobre todo en las diócesis extensas territorialmente y con zonas rurales muy distantes”, se señaló.

Los participantes en la consulta fueron agentes de pastoral entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, laicas, laicos, predominando las mujeres (55% aproximadamente).

Las personas consultadas viven predominantemente en medianas y grandes ciudades. Pocas diócesis reportaron edades de participantes (aspecto significativo sociológica y culturalmente), pero de las pocas que lo hicieron se estima que la mayor parte está entre los 35 y 65 años, edad mayor lejos del promedio nacional que es de 29 años.

El documento ‘Síntesis sinodal. Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’, en el marco de la ‘Fase diocesana del Sínodo sobre Sinodalidad’, puede ser consultado en este enlace.

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