Luchador incansable contra los abusos en la Iglesia: así es el ‘rogito’ que acompañará a Benedicto XVI en su ataúd

Funeral de Benedicto XVI

“Su memoria permanece en el corazón de la Iglesia y de toda la humanidad”. Con estas palabras comienza el ‘rogito’, el documento escrito en latín sobre la vida de Benedicto XVI que le acompañará en su ataúd dentro de un tubo de plomo.



El texto recuerda la hora y fecha de la muerte de Joseph Aloisius Ratzinger, 265º Papa de la Iglesia católica, fallecido el 31 de diciembre de 2022 durante el pontificado de Francisco. También su biografía más básica, con la fecha y lugar de nacimiento, la familia de la que procedía y la fecha en la que fue proclamado Sumo Pontífice, 19 de abril de 2005.

Metiéndose de lleno en su juventud, apunta que esta época no fue fácil. “La fe y la educación de su familia le prepararon para la dura experiencia de los problemas asociados al régimen nazi, conociendo el clima de fuerte hostilidad hacia la Iglesia católica en Alemania. En esta compleja situación, descubrió la belleza y la verdad de la fe en Cristo”, sentencia el escrito.

Luego repasa también sus estudios y su ordenación sacerdotal el 29 de junio de 1951. El texto no obvia su determinante papel en 1962 como experto oficial del Concilio Vaticano II, como asistente del cardenal Joseph Frings. ‘Cooperatores Veritatis’ fue el lema episcopal que eligió cuando el papa Pablo VI pensó en él en 1977 para pastorear la archidiócesis de Munich y Freising.

Cardenal por Pablo VI

También fue el propio Montini quien lo creó cardenal el 27 de junio de 1977. Cuatro años más tarde el ya papa Juan Pablo II confiaba en él como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Como decano del Colegio cardenalicio fue el encargado de presidir el funeral de Karol Wojtyla el 8 de abril de 2005 en la Plaza de San Pedro.

Este “humilde trabajador de la viña del Señor”, como se presentó al mundo desde la Logia de las Bendiciones, “situó el tema de Dios y de la fe en el centro de su pontificado, en una búsqueda continua del rostro del Señor Jesucristo y ayudando a todos a conocerlo, en particular mediante la publicación de la obra en tres volúmenes Jesús de Nazaret”, destaca el texto.

“Dotado de vastos y profundos conocimientos bíblicos y teológicos -continúa-, tenía la extraordinaria capacidad de elaborar síntesis esclarecedoras sobre los principales temas doctrinales y espirituales, así como sobre cuestiones cruciales de la vida de la Iglesia y de la cultura contemporánea”.

Diálogo interreligioso

Esta biografía reconoce su promoción “con éxito” del diálogo con anglicanos, judíos y representantes de otras religiones; “también reanudó los contactos con los sacerdotes de la Comunidad de San Pío X“, agrega.

El 11 de febrero de 2013 comunicaba en latín a los cardenales asistentes al consistorio convocado para aprobar tres canonizaciones que lo dejaba. El papa alemán renunciaba. “Seguiré acompañando el camino de la Iglesia con la oración y la reflexión, con esa entrega al Señor y a su Esposa que hasta ahora he procurado vivir cada día y que quisiera vivir siempre”, dijo en su última audiencia general el 27 de febrero.

Ratzinger vivió los últimos años de su vida en el Vaticano, en el monasterio Mater Ecclesiae, “dedicándose a la oración y la meditación”, expresa el documento, que también recoge sus tres encíclicas (‘Deus caritas est’ (25 de diciembre de 2005), ‘Spe salvi’ (30 de noviembre de 2007) y ‘Caritas in veritate’ (29 de junio de 2009) y demás exhortaciones y alocuciones.

Lucha “con firmeza” contra la pedofilia

“Ante el relativismo cada vez más rampante y el ateísmo práctico, en 2010, con el motu proprio ‘Ubicumque et semper’, instituyó el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, al que transfirió las competencias de catequesis en enero de 2013″, recuerda el texto.

Y es entonces cuando no se olvida de recordar que “luchó con firmeza contra los delitos cometidos por el clero contra menores o personas vulnerables, llamando constantemente a la Iglesia a la conversión, la oración, la penitencia y la purificación”. Asimismo, “como teólogo de reconocida autoridad, dejó un rico legado de estudios e investigaciones sobre las verdades fundamentales de la fe”, concluye.

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