Chile: Mensaje de la asamblea plenaria de obispos

Ecos de la Asamblea Eclesial Nacional, instituir el ministerio del catequista y la mirada al país, son los temas del mensaje

“Quienes profesamos la fe cristiana estamos llamados a ser protagonistas activos de los cambios que Chile necesita, alentando a las instancias de solidaridad presentes en la sociedad que trabaja por la justicia social”, afirman los obispos de Chile y administradores diocesanos en su mensaje conclusivo de la 126ª asamblea plenaria realizada durante esta semana en la casa de ejercicios de Lo Cañas, en Santiago.



El mensaje tiene como título “En eso conocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros” (Jn 13,35) y presenta 3 puntos. Se inicia recordando la realización de la III Asamblea Eclesial Nacional con representantes de las diócesis y organismos eclesiales. “Reconocemos en ella una profunda experiencia espiritual y renovación pastoral para continuar nuestra tarea evangelizadora de anunciar a Jesucristo”, dicen los obispos.

Ambientes sanos y seguros e instancias de participación

Agregan que “el clima de libertad, fraternidad y escucha mutua nos permitió reconocernos en la común dignidad de las hijas e hijos de Dios y, de este modo, seguir avanzando hacia una Iglesia sinodal, profética y esperanzadora. Valoramos las numerosas propuestas que surgieron desde el seno de esta Asamblea”.

También expresan su compromiso: “Como obispos, renovamos nuestro camino de conversión, que en lo operativo nos alienta a velar para que todos nuestros ambientes eclesiales sean sanos y seguros; fortalecer las instancias de comunión y participación, tales como los consejos pastorales, económicos y de prevención. Nos comprometemos a animar y conducir a nuestras comunidades a continuar profundizando los procesos sinodales de cada una de nuestras diócesis”.

En el segundo punto informan que la Asamblea aprobó “los pasos para implementar en Chile la institución del ministerio del Catequista, tal como lo propone el Papa Francisco en el documento ‘Antiquum Ministerium’, publicado el 2021”. Ahora será en las diócesis donde se concretará este servicio para el cual la Conferencia Episcopal ha “elaborado un plan de formación para preparar adecuadamente a estos hermanos y hermanas”.

Alientan el diálogo social

Finalmente, dice el mensaje que los obispos, como siempre, han reflexionado sobre el país. “Tenemos presente que los desafíos que enfrenta nuestro país en este tiempo de incertidumbre son graves y delicados. Por ello, nos permitimos recordar que el cambio que necesitamos, sólo será posible con el compromiso de cada uno. Percibimos la gravedad de la inseguridad social, por la violencia y la delincuencia, que experimentan tantos de nuestros compatriotas y algunas de nuestras comunidades. Somos conscientes de la precariedad económica y espiritual de tantas familias, azotadas por la inflación y el desaliento. Somos testigos de la desesperanza en muchos jóvenes y personas adultas, también animamos la integración de personas migrantes a nuestra sociedad”.

Los obispos agregan que “al mismo tiempo, queremos alentar todas las iniciativas conducentes al diálogo social, la amistad cívica y el bien común, particularmente, el proceso constituyente, que exige el reconocimiento y la escucha de todos los sectores. Quienes profesamos la fe cristiana estamos llamados a ser protagonistas activos de los cambios que Chile necesita, alentando a las instancias de solidaridad presentes en la sociedad que trabaja por la justicia social”.

Concluye el mensaje aludiendo al contexto del Mes de María que se vive en el país y de la próxima celebración de la Inmaculada Concepción con multitudinaria concurrencia de peregrinos a varios santuarios en Chile. En ese espíritu, los obispos cierran su mensaje diciendo que “desde nuestra fragilidad decimos, ¡Ven, Señor Jesús!”.

Noticias relacionadas
Compartir