Los obispos alemanes concluyen su visita al Vaticano reunidos cuatro horas con la Curia (pero sin el Papa)

En el encuentro se han puesto sobre la mesa todos los temas que se han ido tratando durante la última semana entre el Episcopado alemán y los distintos dicasterios vaticanos

La esperada reunión entre el episcopado alemán y la curia, como punto final de la visita ad limina de los prelados, ha tenido lugar este viernes en un encuentro moderado por el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. Sin embargo, la reunión se ha celebrado con una sonada ausencia: la del papa Francisco, con cuya asistencia se contaba hasta ayer mismo.



A pesar de la ausencia de Francisco –quien les dedicó ayer una amplia audiencia de dos horas–, la reunión han puesto sobre la mesa todos los temas que se han ido tratando durante la última semana entre el Episcopado alemán y los distintos dicasterios vaticanos. De hecho, junto a Parolin acudieron el cardenal Luis Ladaria, prefecto del Dicasterios para la Doctrina de la Fe, Michael Czerny, prefecto del Discasterio para el Desarrollo Humano Integral, y el cardenal Marc Ouellet, prefecto del Dicasterio para los Obispos.

En el trasfondo de la conversación ha estado presente, en todo momento, las reformas del Camino Sinodal Alemán y el proceso de discernimiento y transformación por el que atraviesa la Iglesia universal a través del Sínodo de la Sinodalidad.

Todo ello incluye, tal como señala Katholisch, entre otras cosas, la demanda de cargos ordenados para las mujeres, una participación más democrática en las elecciones de obispos y de una nueva doctrina en materia matrimonial y de moral sexual.

Tradición y futuro

“No hay que romper con el pasado. Por el contrario, debemos tener el valor de empezar algo nuevo a la luz de la tradición y llevarnos el tesoro del pasado. Pero, sobre todo, debemos mirar hacia adelante”. Con estas palabras recogidas por Europa Press ha dejado clara la postura de los obispos alemanes el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Freising, durante la misa que celebró este jueves en Roma, en la Basílica Patriarcal de San Pablo Extramuros.

Asimismo, el cardenal Marx ha señalado que durante estos días en Roma, se han “discutido en muchos lugares, también con el Papa, cómo ha de continuar el pueblo de Dios y la Iglesia, qué nuevas salidas hay que atreverse” y que se tiene que dejar atrás del pasado.

En su homilía, reivindicó la figura del apóstol Pablo en la que se da “un cambio impresionante” de ser “maestro de la ley, altamente educado y conservador, a predicador itinerante y luego a proclamador de la palabra de Jesucristo”.

“Se puede decir que Pablo tenía un potencial revolucionario y que pensaba de forma inclusiva: el acontecimiento de Cristo pertenece a todo el mundo”, apuntó Marx, quien considera que esto es fundamental en la Iglesia actual. “Creo que deberíamos llevar esta experiencia de Pablo con nosotros cuando hablamos de cómo seguir con la Iglesia y el pueblo de Dios”, añadió. A este respecto, aseguró que “la Iglesia se encuentra en medio del mundo y en el punto de inflexión de los tiempos”.

“No estamos corriendo anacrónicamente al lado de los tiempos. Necesitamos el valor de tomar decisiones y discernir, para no perder el tiempo de gracia. Por eso los obispos rezamos con todo el pueblo de Dios para que veamos, reconozcamos y captemos el momento de gracia”, concluyó.

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