Khadija Ajahiou: “Todos se han olvidado de la Cañada Real”

La estudiante musulmana Khadija Ajahiou

El 2 de octubre de 2020 se cortó el suministro de luz en la Cañada Real y todavía no se ha solucionado. La obra ‘400 días sin luz’, dirigida por Raquel Alarcón, cuenta la cruda realidad de la barriada donde 8.000 habitantes de 17 nacionalidades distintas viven el corte de fluido eléctrico más largo habido en Occidente en las últimas décadas. En el Teatro Valle-Inclán, junto a actores profesionales, tres vecinas del barrio se suben cada noche a las tablas para interpretar este drama real. Khadija Ajahiou es una de ellas.



PREGUNTA.- Los sectores 5 y 6 de la Cañada Real llevan sin electricidad más de 740 días…

RESPUESTA.- Son demasiados días sin luz. La esperanza se nos acaba. Todos se han olvidado de nosotros. Pero lo que nos está pasando me ha hecho ser más fuerte. Mi madre, por ejemplo, no se siente bien, a la mínima empieza a llorar…

P.- ¿Cómo se vive sin luz?

R.- Mi familia se ha podido permitir unas placas solares pequeñas, pero cuando no hay sol, nos quedamos sin agua caliente para la ducha o para guisar ni wifi para poder estudiar. Pero hay familias más vulnerables todavía, que tienen que calentar ollas en infiernillos o hacer fuego con leña.

Nada de normal

P.- ¿Qué tal la incursión teatral con profesionales?

R.- No me había planteado ser actriz porque estoy estudiando. Y eso que las mujeres de la Asociación Tabadol habíamos hecho una obra de teatro en Matadero. Fue a raíz de aquello que a Raquel Alarcón se le ocurrió ir casa por casa, durante dos años, para conocer nuestra situación, nuestro día a día. Hemos podido subirnos al escenario con actores profesionales porque más que actuar contamos nuestra realidad que, aunque hemos normalizado, no tiene nada de normal.

P.- ¿Cómo consigue estudiar?

R.- Muchas amigas de la Cañada han tenido que desistir pero yo me he empecinado porque si no estudio no salgo de aquí ni puedo ayudar a mi familia. El estigma que te da la Cañada es tremendo. Estamos aislados y desintegrados de la sociedad y es un lugar donde no me gustaría crear una familia. Siempre supe que tenía que terminar una carrera, para sacarme a mí y a los míos. Ahora termino Enfermería y estoy a la espera de convalidaciones para empezar Odontología. Y estudio a la luz de una vela y cubierta con mantas y abrigos en invierno. Cargamos los pocos dispositivos que tenemos en bibliotecas o transportes públicos. (…)

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