Se buscan candidatos para recibir mitra y báculo. Así se lo ha hecho saber el nuncio en España, Bernardito Auza, a las diócesis españolas. Según ha podido confirmar Vida Nueva, recientemente el diplomático filipino ha llevado a cabo un envío masivo de cartas a los arzobispos metropolitanos de nuestro país para solicitar nombres de futuribles prelados con la vista puesta en las constantes vacantes por la edad avanzada de quienes llevan el timón de los obispados.
- PODCAST: 60 aniversario del Vaticano II
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Actualmente hay cinco catedrales en sede vacante, a las que se unen los once mitrados con su plan de jubilación sobre la mesa –a fecha de 26 de octubre– puesto que ya han cumplido la preceptiva edad para su cese, situada en los 75 años.
De esta manera, Auza habría dado un toque de atención a los máximos responsables de la Iglesia en nuestro país por su falta de implicación a la hora de ir creando una cantera de pastores. El nuncio ha echado mano del Código de Derecho Canónico que, en el canon 377§2, explicita que “al menos cada tres años, los obispos de la provincia eclesiástica o, donde así lo aconsejen las circunstancias, los de la Conferencia Episcopal, deben elaborar de común acuerdo y bajo secreto una lista de presbíteros, también de entre los miembros de institutos de vida consagrada, que sean más idóneos para el episcopado”.
Un nuevo ‘casting’
A renglón seguido, la normativa eclesial detalla que se ha de enviar “esa lista a la Sede Apostólica, permaneciendo firme el derecho de cada obispo de dar a conocer particularmente a la Sede Apostólica nombres de presbíteros que considere dignos e idóneos para el oficio episcopal”.
Pues bien, al parecer, los prelados españoles habrían hecho caso omiso de este imperativo legal y hasta la fecha, tan solo una diócesis estaría cumpliendo con el Código de Derecho Canónico, contribuyendo desde la base a la renovación del Episcopado.
La falta de actualización del archivo en nunciatura es lo que habría llevado al diplomático filipino a dar este paso al frente para hacer un nuevo ‘casting’. Sobre todo, porque tanto en nuestro país como en Roma han sido cuestionadas alguna que otra terna presentada al renombrado Dicasterio para los Obispos en estos tres años que lleva al frente de esta tarea. Incluso alguna habría tenido que ser frenada en seco por Francisco porque consiguió “colarse” en los filtros previos.
