Florencio Roselló a los jueces: “¡Humanicen las sentencias!”

El mercedario ha recibido el premio Alter Christus por su labor en las cárceles

“La Iglesia intenta humanizar un mundo deshumano y frío, un mundo señalado: yo en ocasiones me dirijo a los jueces para que humanicen las sentencias”. Así se expresaba esta semana el mercedario Florencio Roselló, al recoger el galardón Alter Christus por su atención a los presos.



Con estos galardones el Regnum Christi pone en valor la dedicación, en gran medida desconocida, que los sacerdotes aportan a la sociedad. En esta IX edición, además de Florencio Roselló –que ha recibido el premio por su dedicación a la redención de cautivos desde el Departamento de Pastoral Penitenciaria en la Conferencia Episcopal–, han sido galardonados Ángel García, dean de la Catedral de Segovia, por su atención al clero y a la vida consagrada; Alberto Hernández, párroco de cuatro parroquias en la isla de La Palma, por su entrega a los damnificados por el volcán; Javier Siegrist, por la Nueva Evangelización en la Diócesis de Getafe; y Santiago Arellano, por promover la pastoral familiar en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Talavera de la Reina.

Por todos los sacerdotes

“A mucha gente que entra en la cárcel le falla su mundo: los amigos, la familia… todo”, continuó Roselló durante su discurso. “Y muchos de ellos te dicen: ‘Padre, aquí he descubierto a Dios”, aseguró. Por su parte, Siegrist declaró que el valor de su parroquia reside en un laicado “espectacular”. “Tengo que reconocer que el pobre párroco va a rebufo de los laicos, a los que se les ocurren todo tipo de iniciativas inimaginables, dentro y fuera de la parroquia, dentro y fuera de España”, apuntó.

Mientras, Santiago Arellano, animó a avivar el “compromiso de consagrar su familia al Sagrado Corazón, el Rosario en familia y pedir por los sacerdotes”, y Ángel García Revilla subrayó la necesidad de “rezar por los sacerdotes”.

Al mismo tiempo, Alberto Hernández recordó a todos los sacerdotes de la isla de La Palma. “Todos los sacerdotes de la isla de La Palma que ofrecemos nuestro ministerio. A mí me cogió más de lleno, pero todos hemos estado acogiendo y acompañando en nuestras comunidades”, explicó.

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