Chile: el obispo emérito Bernardo Bastres, procesado por la justicia civil

Otros dos sacerdotes y 4 carabineros también reciben penas cautelares por encubrimiento

En un auto de procesamiento de casi 200 páginas, durante la mañana de ayer la ministra en visita Marta Pinto entregó su resolución sobre la desaparición de Ricardo Harex González, en octubre del 2001, en la ciudad de Punta Arenas (Chile).



En ella sostiene que, en esta etapa procesal, se ha logrado establecer que “se encuentra suficientemente acreditado que los hechos constituyen el delito de sustracción de la persona del menor Ricardo Alexis Harex González, de 17 años de edad, quien el día viernes 19 de octubre de 2001, a eso de las 23:00 horas, salió de su casa en dirección a un cumpleaños de un amigo, que se celebró en un quincho ubicado al interior de calle Caupolicán Nº 185 de Punta Arenas, y en horas de la madrugada se retiró, caminó hasta la estación de servicio Esso Market, ubicada en Diagonal Don Bosco N° 430 de esta ciudad, y efectuó un consumo de bebida y comestible en promoción, lugar desde donde desaparece”.

Encubridores

Su paradero, hasta hoy, sigue siendo desconocido. La resolución de la jueza agrega que “la referida desaparición es atribuible a la participación de terceros quienes podrían presentar alteraciones psicopatológicas y/o poder institucional”. Detalla que los antecedentes ofrecen presunciones fundadas de la participación en hechos constitutivos del delito de sustracción de la persona de Harex, en calidad de encubridores, de 4 altos jefes de Carabineros de la Zona de Punta Arenas, 2 sacerdotes salesianos y quien fuera hasta hace un mes el obispo de Punta Arenas, Bernardo Bastres, también salesiano.

Bastres renunció al cargo y el papa Francisco aceptó su renuncia en diciembre pasado, a los 66 años. El 10 de septiembre pasado asumió la diócesis de Punta Arenas Óscar Blanco, trasladado desde Calama, momento en el que Bastres deja el cargo.

El salesiano Rimsky Rojas

Diversos testimonios y peritajes realizados en el proceso relacionan, según la ministra en visita, al salesiano Rimsky Rojas Andrade, rector del colegio San José, donde estudiaba Ricardo Harex, con su desaparición. Según la ministra Pinto, distintos testigos apuntaron que Rimsky Rojas estuvo en las afueras del quincho donde el amigo del desaparecido celebró su cumpleaños, en la noche de su desaparición.

El sacerdote Rimsky Rojas Andrade, tuvo varias denuncias y fue acusado de abuso a menores de edad. Algunos agregan que colaboró con la Central Nacional de Inteligencia (CNI), la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet. Rojas se suicidó el 2011 en Santiago, cuando se reabrió el proceso de Harex y se iniciaron nuevas indagatorias por su desaparición.

Sobre la participación como encubridores por parte de los tres clérigos, la jueza apunta que se encuentra suficientemente justificada la existencia de una conducta abusiva en relación con jóvenes alumnos por parte de Rimsky Rojas Andrade desde al menos 1994 y 1995, en conocimiento por parte de los sacerdotes Leonardo Santibáñez y Vicenzo Soccorso y del obispo emérito Bernardo Bastres. Además, menciona a quien fue provincial salesiano entre 2006 y 2008, Natale Vitali Forti.

A todos los acusados, la ministra en visita les aplica como medida cautelar prisión preventiva, aunque por razones sanitarias se les otorgó la posibilidad de cumplir la medida con arresto domiciliario.

Colaborar con la justicia

En este informe se puede percibir una estrecha relación de protección a los culpables y para ocultar los hechos, entre jefes de Carabineros y autoridades de la Iglesia diocesana y la congregación salesiana en Punta Arenas. “Carabineros y sacerdotes salesianos unidos por una trenza de oscuridad”, afirma el diario La Tercera en su edición de hoy al recordar los hechos, las complejidades y variaciones en el proceso judicial que ya cumple 21 años.

Al conocerse la resolución de la jueza Pinto, el actual obispo de Punta Arenas, Óscar Blanco, emitió una declaración en la dice haber “conocido a través de los medios de comunicación, sobre las nuevas disposiciones que se han determinado en relación al caso de la desaparición del joven Ricardo Harex, las que afectan al obispo emérito Bernardo Bastres”.

“Al respecto, agrega Blanco, manifestamos que la desaparición de este joven es un hecho de la mayor gravedad, por lo que esperamos se pueda conocer la verdad y alcanzar la justicia. Los miembros de la Iglesia, tal como todo ciudadano, estamos llamados a colaborar con la justicia cuando somos requeridos, tal como ha sido el proceder del obispo emérito”.

“Manifestamos cercanía con la familia del joven Ricardo Harex y toda la comunidad magallánica. Rogamos a Dios encuentren el consuelo y la paz tan anhelada por todos”, concluye su declaración el obispo Blanco.

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