‘La ley del silencio’: el libro que destapa abusos en el budismo

  • La obra, publicada en Francia, denuncia abusos sexuales y espirituales, malos tratos y encubrimiento
  • Es el resultado de una investigación que desvela las sombras de centros de tradición tibetana en Europa

budismo

Abusos sexuales y espirituales, malos tratos, encubrimiento en las altas esferas de la institución… El miércoles 14 de septiembre salió a la venta en Francia ‘Budismo, la ley del silencio’, libro resultado de una investigación que desvela las sombras de varios centros de tradición tibetana en Europa.



Tras once años de trabajo, la periodista Élodie Emery y la documentalista Wandrille Lanos han escrito el relato –apoyado en 32 testimonios de víctimas, algunos de ellos nunca antes publicados– sobre el funcionamiento de un sistema que, durante más de cincuenta años, ha encubierto las acciones de maestros budistas.

Uno de los casos es el de Lama Sogyal Rimpoché, fundador de una docena de centros en Europa –entre ellos el emblemático Lerab Ling, en Roqueredonde (Hérault)–, que vivía rodeado de un enjambre de ‘dakinis’, jóvenes mujeres a las que trataba, con el conocimiento de muchos, como esclavas sexuales, y a las que maltrataba físicamente.

“Algunas chicas conservan las cicatrices de las palizas”, dice una antigua seguidora en el libro. Finalmente repudiado en 2017 por el Dalai Lama, Rimpoché nunca fue condenado antes de su muerte dos años después.

El Dalai Lama, acusado de inacción

La investigación también se centra en el ‘Caso OKC’, que toma el nombre del centro fundado a principios de los años 70 por el gurú belga Robert Spatz, que instaba a sus discípulos a confiarle sus hijos… exponiéndolos a violaciones y abusos, en la finca Château-de-Soleils (Alpes-de-Haute-Provence).

Cuestionando el silencio y la inacción durante décadas del Dalai Lama –al que una veintena de maestros budistas le pidieron, ya en 1993, que condenara públicamente la actuación de ciertos maestros en Occidente–, este libro también señala al famoso monje francés Matthieu Ricard. Se le reprocha, en particular, de haber ignorado las cartas de las víctimas y de seguir apoyando a Rinpoche y a Spatz visitando sus centros.

En un comunicado de prensa publicado el 9 de septiembre, Ricard negó haber “estado en posesión de información que no fuera pública o que no hubiera sido ya transmitida a la justicia sobre los abusos (…) de los dos hombres”.

La “obediencia ciega”

“El Buda histórico decía que era importante mantener el sentido crítico en todas las circunstancias”, recuerda Antony Boussemart, presidente de la Unión Budista de Francia (UBF), al ser preguntado sobre la “obediencia ciega” que deben los discípulos a sus maestros en el budismo tibetano.

También ha dicho que la comisión de ética de la UBF continuará su trabajo para evitar estas derivas durante una jornada legal en noviembre. Por su parte, Emery espera que la investigación “permita que las víctimas, que sienten que les ha ocurrido algo aislado, se den cuenta de que pertenecen a un sistema que va más allá de ellas”.

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