La hermana franciscana del Sínodo alemán: “El hábito te vuelve asexual”

“Es importante confrontar tu propia sexualidad y desarrollar una sexualidad madura tanto si eres célibe como si no”, ha dicho Franziska Dieterle en una entrevista con Katholisch

La intervención de Franziska Dieterle, religiosa de las Hermanas de San Francisco, en el Sínodo alemán, en el cual participa como delegada, llamó la atención al abordar abiertamente el tema de la sexualidad en la vida religiosa. “Como monja, vivo mi sexualidad sin tener sexo”, dijo. Ahora, en una entrevista con Marcus Leitschuh para Katholisch, profundiza en esto y habla sobre la moralidad sexual y el abuso en la Iglesia.



“La sexualidad es más que sexo. Porque de lo contrario, por implicación, significaría que, como monja en una forma de vida célibe, no tendría sexualidad porque no tengo sexo”, asegura. Así, se posiciona a favor de incidir más en el tema de la sexualidad en la formación propia del noviciado, ya que “cualquiera que vive célibe necesita un enfoque bueno y que promueva la vida de su propia sexualidad”.

“Con eso no me refiero a la masturbación”, asegura, sino “básicamente al acceso a uno mismo, a la propia fisicalidad, a las propias necesidades y una forma amorosa y tierna de tratar con uno mismo y con el mundo que nos rodea. De lo contrario, da frutos extraños”.

Vestir o cubrir

Dieterle reconoce que se sorprende “al escuchar a jóvenes religiosos de poco más de veinte años decir que abandonaron el tema de la sexualidad cuando ingresaron a la orden religiosa. Fue entonces cuando me saltaron todas las alarmas”. Por eso es importante profundizar en la propia sexualidad dentro de las órdenes. “También bajo el aspecto: ¿Dónde me experimento como mujer? Esa es una pregunta engañosa en el orden, porque el hábito de nuestro orden está diseñado de tal manera que no importa. No se trata de vestir, se trata de cubrir. Por supuesto que no soy solo una mujer si puedes ver mis curvas. Pero de alguna manera la vestimenta religiosa también te vuelve asexual. Y así es como a menudo me perciben. Para una configuración madura de la sexualidad, creo que es necesario reflexionar sobre esta cuestión”.

Para Dieterle no es el celibato en sí, sino el “tabú” sexual lo que ha fomentado el abuso en la Iglesia. “Es importante confrontar tu propia sexualidad y desarrollar una sexualidad madura ya sea que seas célibe o no“, dice, convencida de que no es el celibato sino “una sexualidad inmadura” lo que provoca el abuso.

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