El cardenal Czerny celebra la misa en Auschwitz en el día de santa Edith Stein

El prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral presidió la liturgia en el campo de concentración en el que sufrió el martirio hace 80 años la carmelita alemana

El cardenal Michael Czerny, prefecto del dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, ha presidido la eucaristía en la fiesta de santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, una de las patronas de Europa, en el convento de las carmelitas de Auschwitz. Como ocurrió hace 10 años, cuando se cumplían 70 años del martirio de la santa, se ha querido hacer una conmemoración más solemne con este invitado del Vaticano.



Confiados en Dios

Precisamente Czerny, confesó en la homilía, tuvo una abuela –Anna Hayek de Löw– que fue víctima del extermino de los nazis, como ocurrió con la santa filósofa. “Sólo importa una cosa: que, valientes o cobardes, estemos siempre allí donde Dios nos quiere, confiando en Dios para el resto”, recordó el prefecto vitando al escritor francés George Bernanos, según recogen los medios vaticanos.

La abuela del cardenal comparte con Edith Stein “orígenes judíos, fe católica, vocación religiosa y varias coincidencias” como el ser llevada con su familia al campo de Terezín, no lejos de Praga, donde muere su abuelo. Ella y dos hijos, tíos de Czerny acaban en Auschwitz, donde la abuela sobrevivirá hsta que muere de tifus. Sus padres también acabaron en situaciones similares. Con estos antecedentes, el prefecto se mostró “profundamente emocionado” al presidir la celebración de “80 aniversario del nacimiento de Edith Stein al cielo, que cae en circunstancias que son especiales este año y que nos instan a recordar el pasado”.

Circunstancias, señaló, como “la guerra de Ucrania y las demasiadas guerras crueles que hay en varias partes del mundo”. “Auschwitz une el testimonio y las reliquias de santa Teresa Benedicta de la Cruz a la historia y el espíritu de mi abuela, dondequiera que reposen sus restos”, añadió. Por ello, pidió una oración “por la paz en Ucrania y en el mundo” y deseó “que aquellos cuya historia personal y familiar es tanto judía como cristiana, contribuyan al necesario diálogo entre nuestras confesiones para vivir como hermanos en nuestra casa común”.

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