El arzobispo de San Juan de Puerto Rico pone en valor el “fenómeno” Bad Bunny

  • Roberto Octavio González Nieves reconoce el trabajo del artista superventas puertorriqueño tras su histórico concierto en el que puso a bailar a toda la Isla del Encanto
  • El cantante, “como algunos otros, son los juglares de nuestro tiempo. Hay que ir más allá de sus palabras para entender su mensaje”, afirma el prelado

Bad Bunny en el Coliseo

Bad Bunny ha hecho historia con tres conciertos en Puerto Rico –28, 29 y 30 de julio– en los que ha colgado el ‘no hay billetes’. En apenas dos horas vendió las 55.500 localidades –18.500 diarias– para presentar su último trabajo, ‘Un verano sin ti’. Para que nadie se quedara sin verlo, se retransmitió por Telemundo y colocó pantallas gigantes en trece puntos de San Juan, Aguadilla, Barranquitas, Ponce, Arecibo y Mayagüez. Su éxito es reconocido hasta por la Iglesia.



“En su vida personal, hasta ahora, impecable… todo un fenómeno”, publicaba en Twitter el arzobispo de San Juan, Roberto Octavio González Nieves compartiendo un vídeo del evento en el que el artista superventas puertorriqueño cantaba su éxito mundial ‘Tití me preguntó’ –alcanza los 290 millones de visualizaciones en YouTube–. Y la producción musical del joven artista no cesa, pues ha sacado tres álbumes desde que el coronavirus llegara a nuestras vidas.


Horas después, a través de su cuenta personal, volvía a incidir en su afirmación: Me parece que Bad Bunny, como algunos otros cantantes contemporáneos, son los juglares de nuestro tiempo. Su misión, la misma de su gremio en el medievo. Hay que ir más allá de sus palabras para entender su mensaje y conocer sus vidas”.

Y añadía: “Obviamente ningún ser humano es impecable. Es una manera de decir que no anda en drogas o en comportamientos escandalosos. Aunque las expresiones vulgares pueden escandalizar en el mundo de los juglares deben tener un efecto catalizador para crear conciencia”.

A sus 28 años, Benito Antonio Martínez Ocasio ha conseguido desbancar a Metallica, la banda que hasta ahora mantenía el récord de aforo en el Coliseo de Puerto Rico. Y no es de extrañar, puesto que por segundo año consecutivo, es el artista más escuchado en Spotify. De hecho, sus éxitos junto a Chencho, Villano Antillano, Arcángel, Tony Dize, Jhay Cortez, Bomba Estéreo o Jowell y Randy –que lo acompañaron en el concierto– ocupan los primeros puestos en plataformas.

Uno de los principales referentes del género musical que está marcando –gusten más o menos sus letras– a toda una generación, comienza ahora una gira –‘World’s Hottest Tour’– que le llevará por todo Estados Unidos, un país que, pese a las barreras del idioma, ya ha sido tomado por los ritmos latinos.

Más allá de la música, Bad Bunny es referente juvenil desde el verano de 2019, pues cuando Puerto Rico vivía una de sus peores crisis de las últimas décadas, tomó las calles junto a otros artistas y lograron que el gobernador del país, Ricardo Roselló, renunciara.

Los jóvenes protestaban tras la filtración de un chat, plagado de comentarios machistas, homófobos y vejatorios hacia las víctimas del huracán María. Además, la polémica se intensificó cuando dos funcionarios del gobernador fueron detenidos por el FBI dentro de una investigación de corrupción. Prácticamente la totalidad de la isla pidió su dimisión. Se sumaron también los obispos, en el que fue el primer acercamiento entre el reggaetonero y la Iglesia.

En el concierto, Bad Bunny volvió a mostrar su carácter más reivindicativo cuando clamó contra ‘Luma Energy’, la compañía eléctrica que tiene el monopolio en la Isla del Encanto y contra el que parte de la población se ha puesto en pie. “El único lugar en el que cuando me voy a presentar tengo que poner 15 plantas eléctricas es aquí, porque no puedo confiar en el sistema eléctrico de Puerto Rico. Luma ‘al carajo'”, clamó ante la ovación de sus fieles.

“El país es de nosotros, y nosotros somos los que tenemos que tomar el control. Yo creo en esta generación, yo creo en este Puerto Rico y yo quiero vivir aquí siempre”, agregó.

¿Quién es Bad Bunny y por qué lo alaba un obispo?

Benito Antonio Martínez Ocasio es un puertorriqueño de 28 años que dejó la universidad para ser cantante y comenzó produciendo sus temas mientras trabajaba en un supermercado. 

A Bad Bunny el tema religioso no le es ajeno. De hecho el título de ‘La nueva religión’ que eligió en 2018 para uno de sus discos se ha convertido en su lema vital y su propuesta artística se describe muchas veces empleando metáforas religiosas. Tanto es así que ha llegado a elegir como nombre para sus redes sociales el de ‘San Benito’.

Durante el confinamiento ofreció una canción con el título de ‘Bendiciones’. “Estoy aquí porque Dios tuvo planes conmigo. Gracia’ a ustede’ y a lo’ mío’ soy agradecido. ¿Tumbarme a mí? Mis enemigo’ no han podido, yo estoy bendecío’. Bendicione’ pa’ to’ el mundo. Hasta pa’ los que se viraron y me tiraron, bendicione’ pa’ to’ el mundo. Salud y vida pa’ to’ el mundo”.

“Gracia’ al sol por otro día hermoso. Que Dios proteja a los niño’ y a lo’ mayore’; a la’ enfermera’ y los doctore’; a Puerto Rico de huracane’ y temblore’. Yo tengo fe de que vendrán día’ mejore’. Y que saldrán nuevo’ colore’. La vida es corta y yo quiero más amores, por ahora sigo hablando con las flores”, imploraba casi como en una oración improvisada.

Del coro de la iglesia a llenar estadios

El joven ha contado en algunas entrevistas que su madre lo llevaba de pequeño a misa y que formaba parte del coro infantil de la iglesia hasta que descubrió el rap y vio que el estilo no era muy compatible con el litúrgico. Sin embargo, parece que algunas preocupaciones sociales le han quedado. Bad Bunny fue muy crítico, por ejemplo, con el asesinato policial de George Floyd. “Hay muchas maneras sencillas y potentes de ayudar: como enseñar, educar a tu comunidad, a tu familia, a tus amigos. En este momento, estamos trabajando dónde contribuir de forma seria, económica y humanamente, usando los recursos que tenemos para ayudar y, de alguna manera, formar parte del movimiento ‘Black Lives Matter’”, señaló entonces a la revista Time.

Bunny reiteró que quería “ir más allá y ver de qué modo puedo servir, cómo puedo apoyar la lucha contra un monstruo sistemático que ha estado presente durante siglos. Es un problema que quizás no se haya resuelto cuando me muera, pero al menos sabré que he ayudado a las generaciones futuras que, con fe, disfrutarán de libertad y justicia”, señaló.

Por otro lado, ante el fallecimiento de Kobe Bryant, Bad Bunny se enfadaba realmente con Dios. “A veces me pregunto si hago bien en respetar los mandamientos. ¿Y dónde estará Dios metío’ en estos momentos? Sé que la vida es corta como cuento y en un abrir y cerrar se la lleva el viento”, cantaba al aire despidiendo al eterno jugador de la NBA.

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