Frater denuncia que las personas con discapacidad han sido “absolutamente ignoradas” en las conclusiones del Sínodo

La síntesis remitida a Roma “excluye toda referencia” a ellas, “pese a que estas habían participado activamente en la consulta”

Frater, la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de España, denuncia su “perplejidad” al sentirse “absolutamente ignorados” sus miembros “en el informe final de la Asamblea del Sínodo sobre Sinodalidad celebrado el pasado sábado 11 de junio en Madrid”.



En un comunicado firmado por su presidente, Enrique Alarcón, lamentan que la síntesis de la Conferencia Episcopal remitida a Roma “excluye toda referencia a las personas con discapacidad, pese a que estas habían participado activamente en la consulta”.

Paternalismo

De ahí su fuerte malestar, entendiendo que “esta actitud incomprensible, por parte de la Secretaría del Sínodo de la Conferencia Episcopal, evidencia las mentalidades de tipo paternalista y dolorista que persisten en nuestra Iglesia y que se resisten a dejar de considerarnos como objetos de un pietismo desencarnado, ignorando, por una parte, nuestra dignidad como personas y, por otra, no reconociendo nuestros derechos como unos miembros más de la comunidad eclesial”.

Sin poder “comprender que haya sucedido esto ante los miembros más vulnerables de nuestra Iglesia”, Frater observa que esta actitud “contrasta enormemente con la decisión tomada, desde el Vaticano, por el Dicasterio de Laicos y por la Secretaría General del Sínodo, que ha creado una consulta expresamente para escuchar a las personas con discapacidad de todo el mundo y donde nuestra Frater Intercontinental está participando activamente a través de Frater España”.

Apoyo papal

Así, el mismo papa Francisco “se hace eco de esta situación que nos afecta cuando, en la ‘Fratelli Tutti’, afirma: ‘Quiero recordar a esos exiliados ocultos que son tratados como cuerpos extraños en la sociedad. Muchas personas con discapacidad sienten que existen sin pertenecer y sin participar. Hay todavía mucho que les impide tener una ciudadanía plena’”.

Así, recalcan, “nos sentimos hoy, como en tantas ocasiones, despojados de la voz que la misma Iglesia nos pidió manifestar. La escucha anunciada y prometida no ha tenido espacio para un importante sector social y eclesial que, además de vivir hondas experiencias de sufrimiento y soledad no deseada, también atesora una inmensa riqueza espiritual que es imprescindible para anunciar a un Jesús compasivo, humano y cercano ante el dolor de tantas personas”.

Pérdida para toda la Iglesia

Sin olvidar que estamos ante un caudal experiencial y de fe que se pierde en esta parte del camino sinodal: “Sin duda, el ocultamiento de las palabras y experiencias tan llenas de vida y sentido espiritual que se incorporaban en nuestra aportación suponen una pérdida sustanciosa para la Iglesia misma y para muchos planes pastorales que podrían haberse enriquecido en su servicio a esta parte de la comunidad eclesial donde abunda el sufrimiento y donde se demanda cercanía, escucha, dignidad y palabras y gestos de esperanza”.

En este sentido, la entidad explica cómo ha sido su propio caminar sinodal en estos meses: “Frater recibió con una inmensa alegría la noticia del Sínodo y rápidamente nos pusimos en camino. Ya en octubre de 2021 se creó una Comisión Sinodal para acompañar este proceso. Se elaboró un temario específico que reflejara la situación de las personas con discapacidad; se motivó a participar en todas las fraternidades diocesanas y se divulgó el Sínodo mediante seminarios y encuentros online”.

Incorporación al texto

Sin embargo, pese a que “Frater participó activamente desde sus equipos y, con las aportaciones de cientos de personas, la Comisión Sinodal elaboró un informe final de 12 páginas y abundantes anexos que fue entregado a la Secretaría del Sínodo de la Conferencia Episcopal Española. Pese a ello, una vez más, la voz de las personas con discapacidad ha sido silenciada. Y no nos sirve, como respuesta, el que ahora se incorpore la palabra ‘discapacidad’ al documento y en base a la reclamación que allí mismo se hizo, al final, por una persona con discapacidad de Frater. El mal ya está hecho”.

Finalmente, Frater espera que su denuncia de tan “lamentable suceso” cambie verdaderamente la actitud por parte de quienes “solo escuchan las voces que coinciden con el clericalismo y con posturas inmovilistas que dentro de nuestra Iglesia española se resisten a una verdadera transformación evangélica y sinodal de la Iglesia de Cristo en la que todos debemos ser escuchados”.

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