Frater: el compromiso con la discapacidad no se va de vacaciones

  • La Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de Las Palmas ha celebrado sus colonias de verano
  • “Cuando la gente viene a los encuentros no quiere marcharse, porque después se encuentra sola en su casa”, dice Liliana López, responsable en España de Frater Europa

frater

Combatir la soledad, profundizar en la espiritualidad, encontrar espacios de ocio y, también, concienciar. Estas son solo algunas de los objetivos de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (Frater) que, entre sus actividades llevadas a cabo por toda España, ha celebrado sus colonias de verano en Gran Canaria. “Cada año toca en una de las tres islas de la Diócesis de Las Palmas”, explica a Vida Nueva Liliana López, responsable en España de Frater Europa.

“Hemos reunido a algo más de 30 personas con discapacidad bajo el lema ‘Alumbrar juntos es mejor’, en la línea de ser, como Jesús, luz para los demás”, dice. Pero también se ha elegido este lema porque “la colonia es cosa de todos”. Es un lugar en el que todos los componentes participan, aportan algo: desde los organizadores y voluntarios hasta las personas que acuden.

“El objetivo es siempre compartir unos días de convivencia y de ocio, pero también tener espacios de oración”, subraya López, sin olvidar la labor de concienciación que también pretenden llevar a cabo. “Hicimos un amigo invisible, lo que dio la oportunidad de salir a la ciudad a comprar, y esto conciencia a los comerciantes de la necesidad de apostar por la accesibilidad en sus negocios”, añade.

Unidos contra la soledad

En Frater se hacen encuentros todos los meses. Normalmente el último domingo de cada mes pasan el día juntos y se le pide a alguien que de una charla que invite a reflexionar sobre diversos temas, como las migraciones, las barreras, la acogida… “Tenemos, además, retiros, como el que se hace antes de Semana Santa, para tener espacios de calma, espiritualidad, y también se hace una o dos excursiones al año”, indica López.

Una parte de los grupos, aquellos que llevan más tiempo como parte de Frater y tienen un mayor compromiso, son los militantes, quienes se reúnen cada 15 días. “Organizar cualquiera de estos encuentros lleva trabajo, porque tienes que contar con el traslado y con gente que te ayude, ya que al ser un grupo de personas con discapacidad algunos necesitan ayuda para comer o para ir al baño, por ejemplo”, explica López. “Además necesitas un local que te permita hacer todo esto”, dice, si bien “afortunadamente la Iglesia se va concienciando poco a poco, y se están haciendo los espacios cada vez más accesibles”.

“Cuando la gente viene a los encuentros no quiere marcharse, porque después se encuentra sola en su casa”, asevera, ya que, muchas veces, para estas personas “el ir a la iglesia depende de que alguien te lleve, y estas reuniones ayudan a que se encuentren, compartan… a quienes vienen, les llena”.

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