México reúne en asamblea a rectores de más de cien universidades católicas de América Latina y el Caribe

El encuentro contó con la participación del presidente del CELAM, quien exhortó a las universidades católicas a acompañar y formar liderazgos sociales, culturales, económicos y políticos

ODUCAL

Rectores de más de cien universidades católicas de 19 países de América Latina y el Caribe se encuentran reunidos en asamblea del 8 al 10 de junio en la Universidad de Atemajac, ubicada en el municipio de Zapopan, en el estado de Jalisco, México.



Se trata de la XIX Asamblea General Ordinaria de la ODUCAL (Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe), que llevará a cabo un balance de la gestión realizada en los últimos años y elegirá a sus nuevos directivos.

Al dar la bienvenida a los participantes, el rector de la Universidad de Atemajac y presidente de la ODUCAL, el padre Francisco Ramírez Yáñez, pidió “escuchar no solo las realidades sociales e institucionales, sino también, las realidades vecinas y globales“.

“Porque nuestras universidades no tienen fronteras, porque en nuestras universidades la escucha no solo nos dispone a la comunicación y al diálogo, también nos impulsa al reconocimiento del otro y de su realidad que nos interpela; es decir, nos retorna al principio bíblico del encuentro y discernimiento”, dijo.

Ramírez Yáñez citó palabras del papa Francisco para destacar dos bondades particulares de la educación.

“La educación desencadena un movimiento ecológico –en el que se recuperan los diferentes niveles de equilibrio: el interior, el solidario, el natural y el espiritual-; da lugar a un importante movimiento inclusivo –donde la inclusión es parte importante del mensaje salvífico cristiano- que acerca a los excluidos y vulnerables; así pues, mediante ella, la educación alimenta un movimiento pacificador –que genera armonía y paz- búsqueda y construcción de una amistad social”.

Acompañar y formar liderazgos

Por su parte, el presidente del CELAM y arzobispo de Trujillo, Héctor Miguel Cabrejos, consideró que “la universidad está llamada a encender fuegos. Incluso, también a despertar el león dormido y salir al encuentro de las periferias geográficas y existenciales de nuestra querida América Latina y El Caribe”.

Asimismo, agradeció el aporte de estas universidades a favor del fortalecimiento de la identidad católica en el ámbito universitario, su fidelidad al magisterio del Santo Padre, el papa Francisco, y la “consideración de establecer la colaboración con el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, como uno de los propósitos y aspiraciones de la misión de la ODUCAL”.

Cabrejos compartió con los participantes algunos de sus anhelos: “nuestro sueño es que, las universidades católicas acompañen y formen los liderazgos sociales, culturales, económicos y políticos, con capacidad de diálogo y reconocimiento entre quienes ofrecen soluciones diversas. Nuestras sociedades necesitan del aporte de los principios tan queridos de la Doctrina Social de la Iglesia: fomentar la participación; construir el bien común; expresar la solidaridad y respetar la dignidad de la persona humana”.

Interinstitucionalidad como una alternativa

En tanto, el cardenal José Francisco Robles, arzobispo de Guadalajara, territorio donde se encuentra la universidad anfitriona, dio la bienvenida a ese territorio diocesano y agradeció la oportunidad de dialogar, compartir, discernir y apoyar las iniciativas y estrategias que surjan a partir de la Educación Superior.

El cardenal Robles hizo énfasis en la necesidad de la interinstitucionalidad, que –explicó- requiere de los diferentes actores y organismos de diversos contextos latinoamericanos para que interactúen y compartan iniciativas y proyectos que busquen “el bien común y desarrollo de nuestra sociedad en los países que representamos. La interinstitucionalidad es una alternativa frente a modelos auto-centrados e individuales”.

Manifestó su preocupación e interés por recuperar la centralidad de la persona en la educación, así como el compromiso en la búsqueda e implementación de nuevos modelos de progreso, que quieran salvaguardar y cultivar la dignidad humana, el valor de la familia y el cuidado de nuestra casa común.

 

Foto: CELAM

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