Los obispos españoles agradecen la generosidad en este “contexto de inequidad provocado por los modelos económicos”

La Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social hace público su Mensaje para la solemnidad del Corpus Christi, titulado ‘De la adoración al compromiso’

La Iglesia en España celebra este año la solemnidad del Corpus Christi en medio del 75º aniversario de Cáritas. “75 años de amor por los demás, de lucha contra la pobreza y de promoción del desarrollo integral de las personas, especialmente de los más pobres y excluidos dentro y fuera de nuestras fronteras”, tal y como recogen los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social en su Mensaje para el Día de la Caridad 2022 –titulado ‘De la adoración al compromiso’–, que tendrá lugar el domingo 19 de junio.



Para los prelados, “lo más importante de esta historia de amor y servicio son las miles de personas en nuestro país y en muchas partes del mundo que le han confiado su vida y tantas otras (voluntarios, trabajadores, donantes…) cuya generosidad ha generado nuevas ilusiones, oportunidades y esperanzas”. “Lamentablemente –continúan–, su acción va a ser cada vez más necesaria en un contexto de inequidad provocado por los modelos económicos y el contexto concreto de encarecimiento de la energía y la consiguiente inflación”.

Según comienzan explicando, “en este año tan convulso y al mismo tiempo tan lleno de esperanza, los obispos, como pastores de la Iglesia de Jesucristo, queremos alentar el ánimo y la alegría cristiana”. “Por segundo año, hemos vivido la pandemia del Covid-19 con su carga de enfermedad, soledad y muerte. A ella se suman las guerras en Ucrania y en otras muchas partes del mundo. Los desplazamientos forzosos, la violencia, el dolor, la tortura y la muerte que provocan, hieren el corazón de Dios”, señalan.

También “vivimos un tiempo de esperanza porque estas realidades, los sufrimientos personales y comunitarios, no nos dejan desamparados, sino que nos adentran en el Corazón de Cristo, crucificado y resucitado, fuente de toda esperanza”.

Ante estas situaciones dolorosas, “la respuesta e implicación solidaria de la sociedad, en su conjunto, está siendo encomiable, como lo está siendo también por parte de la Iglesia y de Cáritas. Realmente, no podemos permanecer ajenos al dolor y al sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas ucranianas y del resto del mundo. Toda nuestra persona vibra ante esta realidad que Cristo hizo suya y redimió en la cruz y que anticipó sacramentalmente en la última Cena”, destacan.

La solidaridad no puede ser “flor de un día”

En este sentido, “queremos agradecer tantas muestras de solidaridad, al tiempo que advertimos que esta no puede ser ‘flor de un día’. Se necesita un compromiso solidario, estable. Estamos invitados a ser sembradores de semillas de bien, de justicia y de caridad para un mundo más humano, justo y pacífico”.

Para los mitrados, “el ejercicio de la fraternidad no es un deber categórico, sino un impulso del corazón que nos encamina hacia los hermanos y nos empuja a la fraternidad. Todos estamos invitados a caminar juntos viviendo la sinodalidad, es decir, dejándonos guiar por la luz del Espíritu Santo, escuchándonos unos a otros y prestando especial atención a los que están en la periferia”. porque “el camino sinodal es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia”. “Ellos son compañeros de camino”, resaltan.

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