Mensaje pascual del arzobispo mendocino

  • Marcelo Colombo rescató las expresiones de fe vividas durante esta Semana Santa
  • Pidió seguir el ejemplo de María Magdalena y el discípulo amado que nos indican el camino

“¡Muy feliz Pascua! El Señor ha cumplido su Palabra. Con su Resurrección, nos regala la certeza de la vida nueva en Él. El poder de las tinieblas y de la muerte han sido vencidos por nuestro buen Pastor resucitado”. Así saludaba, Marcelo Colombo, titular del arzobispado de Mendoza, a su feligresía con un mensaje pascual: “Vio y creyó” (Juan 20, 8).



Afirmó que, en esta Semana Santa desde el Domingo de Ramos, hubo una oportunidad para reflexionar y rezar personalmente y en comunidad, en las distintas celebraciones y momentos preparados para ello. Destacó que se vivieron hondas expresiones de fe, tanto en su manifestación como en su significación, porque fortalecieron nuestro deseo de caminar bajo la mirada de Dios, en cercanía fraterna unos de otros.

El arzobispo Colombo reconoció que, después de la pandemia del Covid, esperábamos distendernos de esa amenaza de muerte permanente. Sin embargo, ahora vivimos perplejos  por la crueldad de una guerra que no ahorra atrocidades.

La esperanza en el Resucitado

“Pascua viene a proclamarnos el triunfo de la vida porque Cristo nos invita a la esperanza. No hay muerte que pueda con Él, ni hay límite humano que el Señor no pueda doblegar y ayudarnos a superar”, expresó Colombo.

Con la certeza en la victoria de Dios, el arzobispo invitó a pedir al Resucitado, el regreso de la paz y el respeto de la vida, la gracia de la unidad, la atención preferencial a la situación de los más pobres, el abandono de la agresividad y la fragmentación en la relación con el otro, y una mayor toma de conciencia de los dirigentes de sus responsabilidades en la gestión del bien común.

Aseveró que Cristo se nos adelanta en el camino de la vida, para anunciar nuestro horizonte de plenitud y de luz, junto a Él. Pidió dejarse abrazar por esa claridad que todo transparenta. “No hemos celebrado la Pascua para volver a la atmósfera de traición y negación de la noche del Jueves. El discípulo amado y María Magdalena nos indican el camino hacia adelante, para que, como ellos, también nosotros veamos y creamos”, afirmó.

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