A fines de enero, Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata y presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Animación y Pastoral Bíblica de la Conferencia Episcopal nombró rector del ISCA a Pablo Ardiles, quien asumió el cargo el pasado 19 de marzo.
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Expresó el deseo de continuar la labor que realizaron los que lo precedieron, con la fidelidad al tiempo eclesial de gran riqueza para la catequesis. Aludió al papa Francisco, que invita permanentemente a la “fraternidad, el sentido de comunidad y un profundo compromiso desde una fe encarnada”.
Recordó también que el Santo Padre invita constantemente a empezar la tarea evangelizadora desde las periferias. Y a ese objetivo van encaminando el servicio de formación y reflexión: ni privativo ni lejano, sino cercano, sabio y encarnado en las distintas realidades que tiene el país.
El servicio catequístico
“Descubro con alegría que el ISCA es comunidad servidora, fraterna y comprometida con su tiempo. La apuesta por un trabajo sinodal y colaborativo ha sido una fuerte preocupación de la cual quiero hacerme eco especialmente”, aseveró el nuevo rector. Y continuó: “queremos buscar que esa sinodalidad se transforme en servicio comunional con la Junta Nacional de Catequesis”.
Agradeció muy especialmente al nuevo director de la JNC, Marcelo Carraza, por su cercanía y compromiso, y valoró el testimonio de trabajo conjunto de los sacerdotes Jorge Trucco, fallecido en diciembre pasado, y Alejandro Puíggari, rector saliente del ISCA. El camino iniciado por ellos es el que quieren profundizar.
Ardiles expresó que, sin dudas, el nuevo Directorio para la Catequesis y la institución del Ministerio laical del catequista marcarán este tiempo catequístico en la Argentina, así como también la búsqueda para poder servir, de manera humilde y servicial, a todas las comunidades del país.
Finalmente, encomendó el ISCA, y a quienes servimos en él, al santo Cura Brochero.
