Mensaje de la Iglesia argentina ante el inicio del ciclo lectivo

Pidieron una urgente autocrítica para que la Escuela Católica continúe siendo un esencial espacio de evangelización

La Comisión Episcopal de Educación Católica de la Conferencia Episcopal Argentina pidió “Abrir con esperanza el año escolar 2022”, después de dos años de pandemia que dejó profundas huellas tanto en la escuela como en las familias.



Inspirados en el Catecismo que alude a la virtud de la esperanza (CIC 1818) como anhelo de felicidad que Dios pone en corazón del hombre, señalaron que fue ella la que permitió “perseverar ante las duras pruebas”.

Al comenzar este nuevo ciclo educativo, los miembros de la Comisión destacaron: “nuestra mirada sobrevuela todo derrotismo y donde otros ven repetición de fracasos, queremos invitarlos a ver más posibilidades para superar cualquier desafío, en beneficio de nuestros educandos”.

Construir caminos

Los obispos admitieron que la crisis es dolorosa, pero también es posible que de ella surja lo mejor de las personas quienes ya han dado muestras de compasión, colaboración, fraternidad y solidaridad en las comunidades educativas, poniendo en práctica la pedagogía del cuidado y la fragilidad. “Se han abierto espacios para escucharse, ponerse de acuerdo y caminar juntos”, reconocieron.

Tomaron las palabras del papa Francisco en el mensaje de la Jornada Mundial de la Paz de este año para afirmar que “La oportunidad de construir caminos con otros hacia el desarrollo y la paz no puede prescindir de la educación y el trabajo, lugares y contextos privilegiados para el diálogo”.

En cuanto al Pacto Educativo Global también afirmaron estar movilizados hacia un estado programático de resignificación institucional, para “vivir juntos un pentecostés educativo”. Como señalaba oportunamente el Pontífice, destacaron la necesidad de ir hacia “Un pacto que promueva la educación a la ecología integral según un modelo cultural de paz, de desarrollo y de sostenibilidad, centrada en la fraternidad y en la alianza entre el ser humano y su entorno”.

Urgente autocrítica

Reafirmaron las palabras del Papa quien en la exhortación apostólica Christus Vivit reconoció que la Escuela Católica sigue siendo esencial como espacio de evangelización. Sin embargo, creen necesario hacer una urgente autocrítica porque la pastoral concentrada en la instrucción religiosa es, a menudo, incapaz de provocar experiencias de fe perdurables.

Tomando la figura del poliedro educativo, como lo hizo el Santo Padre, creen que en el gran anuncio que se debe dar a los jóvenes, más allá de cualquier circunstancia o método, no debe faltar nunca la actitud profética que señale que:

  • Vive Cristo: todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!
  • Dios te ama: más allá de lo que te suceda en la vida, somos infinitamente amados por el Señor: sos valiosa/o para Él.
  • Cristo te salva: abrazó al hijo pródigo, abrazó a Pedro después de las negaciones y nos abraza siempre. La escuela camina hacia espacios salvíficos y misericordiosos, y reconoce en la diversidad una vivencia comunitaria discípula y misionera.
  • ¡El vive!, lo que representa una garantía de que el bien puede hacerse camino en nuestra vida. Podemos mirar para adelante, porque con El siempre se puede (124), con Él siempre nace la esperanza.
Noticias relacionadas
Compartir