¿Cómo viven la Cuaresma los veganos?

El ayuno y la abstinencia son algunas de las prácticas tradicionales de este tiempo litúrgico penitencial y suponen algo más que no comer carne

Los gimnasios proponen el ayuno intermitente y el movimiento vegetariano y vegano propicia una reducción total en el consumo de carne, algo que se percibe incluso en muchas hamburgueserías e importantes restaurantes. Estas tendencias sintonizan con algunos de los elementos característicos de la Cuaresma como son el ayuno y la abstinencia. Pero, ¿es para un vegano más fácil vivir este tiempo litúrgico penitencial? A lo mejor tiene que buscar alternativas…



Siguiendo una práctica inmemorial “todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia” y por ello “se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia” señala el canon 1.249 del Código de Derecho Canónico.

Ayuno y abstinencia

Así, en concreto, se establece que “todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo” (canon 1.251). También se establece que “la ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años” (canon 1.252).

La privación de la carne es la establecida también en el caso de la Conferencia Episcopal Española a través de un decreto del 21 de noviembre de 1986 en el que invita a los fieles a vivir externamente la penitencia “en las diversas prácticas que luego se indican a propósito de los viernes del año, en iniciativas de caridad y ayuda a los más necesitados, emprendidas como comunidad cristiana a través de las parroquias, de Cáritas o de otras instituciones similares”. Además, se recuerda que el Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, y el Viernes Santo, memoria de la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, son días de ayuno y abstinencia. Los otros viernes de Cuaresma son también días de abstinencia, que consiste en no tomar carne, según antigua práctica del pueblo cristiano. Es además aconsejable y merecedor de alabanza que, para manifestar el espíritu de penitencia propio de la Cuaresma, se priven los fieles de gastos superfluos tales como manjares o bebidas costosos, espectáculos y diversiones”. Aquí una alternativa para quienes no supone una privación la abstinencia de carne.

Es más, el decreto recomienda en los restantes viernes del año, la abstinencia puede ser sustituida, según la libre voluntad de los fieles, por cualquiera de las siguientes prácticas recomendadas por la Iglesia: lectura de la Sagrada Escritura, limosna (en la cuantía que cada uno estime en conciencia), otras obras de caridad (visita de enfermos o atribulados), obras de piedad (participación en la santa misa, rezo del rosario, etc.) y mortificaciones corporales”.

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