El tribunal del Vaticano ratifica su autoridad y desmonta las peticiones de las defensas

Tras los prendimientos previos, el juicio empieza propiamente el próximo 17 de marzo con el interrogatorio de Becciu

Parece que el tribunal del Vaticano va a salir del atasco en el que se encontraba en el que se anunciaba como el juicio del siglo. En la que ha sido la novena audiencia del proceso sobre la gestión de algunos fondos de la Secretaría de Estado han quedado rechazadas todas las peticiones de nulidad presentadas por las defensas de los acusados y se ha dado vía libre para comenzar los interrogatorios. El presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, ha reafirmado que el proceso es justo y que por ello sigue adelante.



Comienzan los interrogatorios

Así, finalmente, el próximo 17 marzo comenzará el interrogatorio del destituido cardenal Angelo Becciu, a pesar de las críticas de sus abogados por no haber podido acceder a las grabaciones en vídeo de los interrogatorios a su colaborador Alberto Perlasca, testigo estrella del Promotor de Justicia –la Fiscalía vaticana–. Tras unos momentos de tensión, el presidente del tribunal obligó a poner a disposición de los abogados las grabaciones de más 115 horas de conversaciones registradas además de algunas interceptaciones telefónicas. En total son 53 DVD, de los que 52 son vídeos y uno contiene las grabaciones de las interceptaciones telefónicas de algunos acusados. La entrega de este material, al haber sido editado, fue considerado insuficiente por la práctica totalidad de las defensas de los 10 acusados.

Mientras algunas de las defensas hablan de impugnación, Becciu deberá responder de las decisiones tomadas cuando desde la Secretaría de Estado se desarrollaron, presuntamente, acciones que implicaron la malversación de fondos, blanqueo de capitales, fraude, abuso de poder y extorsión. Entre las grandes operaciones está la compra opaca de un lujoso edificio en Londres o la utilización del dinero de de los donativos del Óbolo de San Pedro para hacer inversiones en fondos radicados en paraísos fiscales o beneficiar algunos proyectos de familiares muy cercanos al cardenal –para los que habría conseguido también aportaciones de la Conferencia Episcopal Italiana–. Las siguientes audiencias están programadas para el 18, el 29 y el 30 marzo, así como para el 5 y 6 abril.

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