Gänswein: “Existe el deseo de arremeter duramente contra Benedicto XVI”

El secretario del Papa emérito denuncia que “ciertos objetivos a los que aspira el Camino Sinodal son algo para lo que la persona y la obra de Ratzinger se interponen”

El secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein

Benedicto XVI “siempre ha estado tranquilo y lleno de confianza en Dios” a pesar de “la presión interna”. Así se ha expresado Georg Gänswein, secretario personal del papa emérito, en una entrevista con la cadena de televisión EWTN, tras conocerse el informe los casos de abuso sexual en ámbito eclesial en la diócesis de Múnich y Friesing. Una intervención en la que vuelve a aclarar el error en la consulta de los archivos sobre la presencia de Ratzinger en una reunión.



Una “infame reunión”

Gänswein describió cómo fue la colaboración previa de Ratzinger contestando “20 páginas de preguntas” y una ingente documentación a la que se accedió con la ayuda de un canonista que tuvo acceso a 8.000 páginas de registros digitales. Benedicto XVI enviaría un informe de 82 páginas al respecto, que formaron parte del estudio publicado de 1.983 páginas, cuyo estudio ha requerido tiempo y esfuerzo por parte del pontífice emérito.

El secretario reiteró que “el Papa emérito pide perdón a todas las víctimas en nombre de la Iglesia. Muchos medios de comunicación lo interpretaron como si pidiera perdón específicamente por casos concretos. Pero no fue así…” Para Gänswein, en las anotaciones de aquella “infame reunión” en la que participó el entonces arzobispo Ratzinger simplemente se trató de aceptar el alojamiento de un sacerdote en una casa parroquial, destinado a seguir una terapia, pero no “se mencionó el motivo de la terapia, ni que posiblemente fuera un cura pedófilo. No se menciona eso en el protocolo. La afirmación de que [el arzobispo] lo sabía, que lo protegió y lo encubrió, es simplemente una mentira. Y debo decir con toda franqueza: Es una insinuación. Simplemente no es cierto. Hay que conocer los hechos como son, y también aceptar los hechos como son. Y entonces puedo interpretarlos”.

Gänswein denuncia que se haya extendido esta “insinuación” que “le quita credibilidad moral al papa Benedicto, y entonces ya no puede defenderse”. En este sentido, el prelado destaca los encuentros de Benedicto XVI con víctimas de abusos en diferentes viajes. “Muchas de estas víctimas declararon después, en la radio o en la televisión, cómo este encuentro les había hecho bien y cómo toda la presión, la carga, se había aliviado”, añadió. Para el secretario, el pontífice “desde el principio estaba convencido de que es necesario que haya transparencia, que haya claridad, que hay que llamar a las cosas por su nombre y que no hay que encubrir nada”, a pesar de la “resistencia interna”. “Como Papa, por supuesto, continuó trazando esta línea a un nivel más alto y efectivo. Y esta es la línea que también el Papa Francisco continúa”, relata.

Frante al Camino Sinodal

Ahora bien, el secretario lamenta que en Alemania “la gente ha intentado –y aquí generalizo un poco– acusar al Papa de algo”. “Pude observar una gran predisposición, a veces incluso inmoderada, contra su persona, unida a una ignorancia no menos inmoderada de los hechos. O no los conoce o no quiere tomarlos en serio porque podría no corresponder a la narrativa que se ha creado. Y es obvio que contra este hombre, sea el cardenal Ratzinger como prefecto, sea el papa Benedicto XVI, se mantienen vivas ciertas cosas que simplemente no son ciertas. Es decir, existe el deseo de arremeter duramente contra él”, denuncia.

Para Gänswein “el hombre que, en esta importante cuestión –la de los abusos y la pederastia– ha sugerido y luego puesto en práctica los instrumentos decisivos para ayudar, ya sea como prefecto, ya sea como Papa, está siendo acusado de algo que contradice 25 años de su trabajo”. Es más, el secretario insinúa que la publicación del informe de Múnich “está relacionado temporal o causalmente con el Camino Sinodal de Alemania y otros movimientos”. Ahora bien, para el hombre de confianza del pontífice emérito, “una cosa está clara: ciertos objetivos a los que aspira el Camino Sinodal son algo para lo que la persona y la obra de Benedicto se interponen. Y existe este gran, gran peligro de que todo lo que tiene que ver con la pederastia y los abusos se tome ahora de forma monocausal, por así decirlo, para abrir primero este Camino y luego ir por ese camino. La semana pasada vimos los textos que se aprobaron, y a dónde se supone que conduce esto”.

Gänswein está “convencido de que no serán fructíferos” las propuestas alemanas para el Sínodo mundial. “Si quiero una Iglesia diferente que ya no se base en la revelación, por así decirlo, si quiero una estructura diferente de la Iglesia que ya no sea sacramental sino pseudodemocrática, entonces debo ver también que esto no tiene nada que ver con la comprensión católica, con la eclesiología católica, con la comprensión católica de la Iglesia”, señala abiertamente insinuando que se ha utilizado a las víctimas para “esconder detrás otra realidad”.

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