La Salle abre una investigación tras escuchar la denuncia de abusos del escritor Alejandro Palomas

  • “A partir de ese momento llegó la noche más larga de mi vida de niño. Entré niño y salí superviviente”
  • Pedro Sánchez ha llamado personalmente a Palomas tras escuchar su testimonio

alejandro palomas

Las palabras del escritor Alejandro Palomas, relatando al programa ‘Hoy por hoy’ de la SER el abuso sexual que sufrió de niño por un hermano de La Salle, no han dejado indiferente a nadie. Ni al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ha puesto en contacto con él, ni a la propia congregación, que ha anunciado que abrirá una investigación tras conocer lo ocurrido, si bien, legalmente, el delito ha prescrito.



El autor ha relatado al programa cómo, con 8 años, fue “acosado, abusado y violado” por el “hermano L.”, profesor de La Salle de Premià de Mar (Maresme). Si bien los padres de Palomas, tal como él mismo ha explicado, denunciaron lo ocurrido al colegio, la institución decidió entonces resolverlo de forma privada y les pidió “discreción”.

Sin embargo, hoy, al conocer la denuncia pública del escritor, La Salle ha abierto una investigación al profesor, quien, tal como explica EFE, ahora tiene 91 años y vive en una residencia de la congregación en Cambrils (Baix Camp). Con ello, la congregación pretende averiguar si hubo más víctimas, y no ha dudado en condenar los hechos tildándolos de “despreciables”.

Reacción de la congregación

La responsable de Relaciones Institucionales de La Salle, Isabel Llauger, ha señalado que “no podemos sino condenar de manera pública cualquier abuso a menores, trasladar la voluntad de apoyo a la persona afectada y asumir la responsabilidad que nos toque”.

Asimismo, Llauger ha recordado que la institución, que cuenta con 984 escuelas en todo el mundo, además de 75 universidades y más de un millón de alumnos, tiene establecido un protocolo “que no permitiría que unos hechos parecidos a los conocidos hoy sucedieran en nuestra comunidad educativa”.

Llamada de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez ha llamado personalmente a Palomas tras escuchar su testimonio. Así lo ha revelado el presidente del Gobierno en Twitter, con un mensaje con el que ha agradecido al escritor su valentía a la hora de contar su historia.

“Gracias por tu coraje al compartir tu conmovedor testimonio con toda la sociedad. Gracias también por haber atendido mi llamada. Te aseguro que tu valentía, y la de muchos otros que han dado ese paso, nos ayudará a reparar el dolor de todas las víctimas. Nos vemos muy pronto”, afirma Sánchez en su tuit, recogido por Europa Press.

La historia de Palomas

“Nos remontamos al año 75. Tenía unos ocho años. Yo estudiaba en el colegio ‘La Salle Premiá de Mar’ y tengo mal recuerdo de mi infancia. Viví una infancia muy triste. Era un niño muy introvertido, muy solitario, hipersensible. Era un niño diana”, así comenzaba Palomas su testimonio en la SER, puntualizando que los abusos comenzaron porque él empezó a enfermar.

“Empecé a enfermar cuando estaba en el colegio, tenía mucha amigdalitis y enfermaba muy rápido. El proceso era llamar a casa, me llevaban a casa y el que me llevaba era él. Y durante esos viajes ahí empezaron los abusos”, ha explicado Palomas. “Él me estiraba en el asiento trasero del coche, estaba muy débil. Con la mano derecha me iba manoseando mientras conducía. Me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba (…) Temía ponerme enfermo porque temía estos viajes. Mis padres lo querían mucho”, recuerda.

“En aquel momento yo no sabía que lo que estaba viviendo era horrible. No sabía si era horrible por mí, no sabía hasta qué punto yo tenía la culpa de eso. Era un niño que buscaba protección e inconscientemente pensaba que era el precio que tenía que pagar”, explica el escritor.

Asimismo, Palomas señala que “el gran punto de inflexión físico fue la violación. La violación ocurrió en la casa de colonia. Verano, entre cuarto y quinto. Estaba jugando un partido de tenis. Alguien me tiró una piedra y me fue a dar en el ojo, me reventó el cristal de las gafas y tenía todos los cristales incrustados en el ojo. Me llevaron a la enfermería y el encargado era el ‘hermano L’. Estuvieron durante mucho rato quitándome los cristales de los ojos. Me quitaron la ropa y me quedé solo en calzoncillos. Él decidió que tenía que quedarme ingresado 24 horas, en observación. Me tumbaron, me pusieron una sábana y ya. A la hora de dormir vino él y lo que hizo fue decirme que como tenía tanto miedo de que yo me hiciera daño, lo que hizo fue atarme las manos (…) Me puso de lado y se fue. A partir de ese momento llegó la noche más larga de mi vida de niño. Entré niño y salí superviviente”.

En cuanto a su vida a partir de aquel momento, Palomas ha dicho en la SER que “uno siente que está manchado por dentro, como esas manchas que no salen nunca. O tiro el suéter o me acostumbro a la mancha y no la veo. Vives con esa mancha y piensas que te la van a ver y que la has creado tú, por mucho que la gente te diga que no. Siempre creí que no me querrían por esto”.

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