“La paz es posible”: el mensaje del vicepresidente del Episcopado Mexicano desde la pacífica Mérida

En su mensaje de Año Nuevo, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez, recordó que la paz se conquista día a día

Gustavo Rodríguez Vega

Mérida, en el estado de Yucatán, es una de las ciudades más seguras para vivir, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y desde este lugar, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, quien es vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), envió un mensaje para recordar a los católicos mexicanos que la paz es posible.

A través de un video mensaje con motivo del Año Nuevo 2022, el arzobispo trajo a colación el tema de la paz, toda vez que el día 1 de enero la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de la Paz, “un don de Dios, que hay que conquistar día con día, para conservar la paz interior, la paz en la familia, la paz en la sociedad”, dijo.

Al referirse a Mérida, señaló que es una ciudad que tiene fama de vivir en paz, “pues no tenemos la violencia e inseguridad, que tristemente acontece en tantos lugares de México, varios de los cuales están totalmente en manos del crimen organizado”.

En ese sentido, agradeció el apoyo del Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), que, en coordinación con la Pastoral Social de Yucatán, llevan a cabo actualmente algunos proyectos de fortalecimiento del tejido social en varios sectores de la Arquidiócesis de Yucatán, considerados de riesgo para la descomposición social.

“Lo más interesante de este proyecto –explicó– es que los protagonistas principales de este trabajo son los mismos vecinos de estas comunidades. Recordemos que todos somos responsables de construir y sostener la paz”.

Buscar la santidad personal posible

Gustavo Rodríguez reflexionó en el reinado del Señor Jesucristo, que “tiene entre sus notas el don de la paz, tal como Él la ofreció a sus discípulos: ‘La paz les dejo, mi paz les doy’. También recordemos que Jesús envió a sus apóstoles, desde su primera misión, como mensajeros y portadores de la paz; y que, a la Madre de Jesús y Madre nuestra, la invocamos bajo el título de ‘Reina de la paz’”.

El vicepresidente de la CEM pidió no dejar de orar por la paz: “que en este 2022 haya paz en el mundo, en México, en Yucatán, en cada familia y en cada corazón. Ya tenemos un adelanto del mensaje del papa Francisco para esta próxima Jornada Mundial de la Paz, en el que nos propondrá la educación, el trabajo y el diálogo como herramientas para construir la paz”.

Otra intención que seguramente todos “tenemos para este 2022 es el pedir para que ya se pueda controlar totalmente esta pandemia del Covid-19. Dios dé la vida eterna a quienes han fallecido por este flagelo o por cualquier otra causa y también conceda la salud a los que actualmente están enfermos de esto o de cualquier enfermedad”.

El arzobispo destacó que así como nos preocupa la salud del cuerpo, más aún nos ha de preocupar la salud del alma. “Les invito para que nos hagamos el santo propósito de iniciar, y seguir así todo el año, en paz con Dios y en paz con todos nuestros hermanos, los hijos de Dios”.

Finalmente, deseó un feliz año 2022, para el que pidió a los fieles que busquen la santidad personal “porque es posible; de otro modo, el Señor no nos la hubiera ordenado desde el Antiguo Testamento, al decir: ‘Sean santos, porque yo, Yahveh, su Dios, soy santo’ (Lv 11, 44); y Jesús no lo hubiera mandado a sus discípulos: ‘Ustedes, pues, sean perfectos, como es perfecto su Padre celestial’ (Mt 5, 48)”.

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