“De los musulmanes he aprendido la omnipresencia de Dios”. Pero esto no ha sido lo único que el cardenal arzobispo de Rabat, Cristóbal López, ha visto durante su estancia en Marruecos. Este país, en el que el salesiano se encuentra desde hace años, le ha ayudado “a ver al cristiano como presencia de Cristo, como muestra de la ternura de Dios”. Así lo ha explicado durante su participación hoy en la Semana Española de Misionología de Burgos, en la que ha reflexionado sobre el valor del diálogo.
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Además, ha confesado que ha podido “comprender la importancia y la posibilidad del diálogo islamo-cristiano, y que musulmanes y cristianos podemos vivir como hermanos y amigos”. “Si un cristiano no cree que podamos vivir todos como hermanos, que se borre”, ha aseverado, “y si alguien cree que los musulmanes tienen que ser nuestros enemigos, está equivocado”. Y es que, como ha insistido el purpurado, “juntos debemos construir lo que nosotros llamamos Reino de Dios y ellos el mundo ‘según Dios quiere’”. “Yo trabajo en Iglesia y con la Iglesia, pero el ‘para’, la finalidad, no es que la Iglesia crezca, sino que crezca el Reino de Dios”, ha aseverado.
Pero no solo en Marruecos ha sido testigo de la importancia del diálogo. Su experiencia misionera le había llevado antes a América Latina… e incluso a ser misionero muy cerca de casa, en España. “Si no era misionero en mi casa, menos lo sería fuera de ella. Por eso me propuse ser misionero allá donde estuviera”, ha afirmado.
De esta manera, López estuvo varios años trabajando con la comunidad gitana de un barrio andaluz. “Allí la experiencia misionera me ayudó a descubrir lo que es estar con los más pobres”, ha apuntado. “Descubrí la educación como instrumento principal, lo que es evangelizar en una realidad específica”, ha apuntado. Y es que “sin salir de España, hice mi éxodo personal para entender al otro”.
La auténtica misión cristiana
Además, en España ha aprendido “a vivir la fe en un mundo de una secularización galopante” y, sobre todo, ha visto a “muchos laicos comprometidos”. “Cuando hablan de crisis vocacional me río, porque no la hay, lo que hay son menos sacerdotes, pero cada vez hay más laicos comprometidos con los carismas”, ha señalado, recordando que “si los salesianos no hubiéramos sido menos, no habríamos tenido directores de colegio laicos, que lo hacen estupendamente porque están preparados para ello”.
Finalmente, el arzobispo de Rabat ha reflexionado acerca de lo que significa la misión cristiana. “Es Dios el que la ejerce, quien envía a su hijo. Así que Jesús es el misionero por excelencia, y el Espíritu Santo es el continuador de esa misión”.
Por ello, “todo cristiano es misionero, y la misión que trajo Cristo es que cambiemos el mundo para hacerlo según la voluntad de Dios”. De esta manera, “sabiendo que Dios es amor, su reino estará allá donde reine el amor. Paz, justicia, verdad… Si estos valores reinan, Dios reina“.
Finalmente, Cristóbal López ha recordado que “el propio Código de Derecho canónico anima a dialogar con los no cristianos y mostrando lo que es el mensaje evangélico”. Así, ha señalado que “todavía hay algunas personas que creen que tenemos la verdad absoluta y que no tenemos que ‘dialogar’, sino enseñar”. Sin embargo, “la esencia de la divinidad está precisamente en el diálogo entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es el amor entre ellos. El diálogo no es una actividad oral, sino un estilo de acción. Salir al encuentro del otro”.
