“Creo que es un motivo de orgullo para Rancagua y para Chile que el único proyecto de Gaudí fuera de España esté aquí”, dijo el embajador de España en Chile, Enrique Ojeda Vila, al término de la presentación del proyecto Gaudí de Triana, hecha por el presidente de la Corporación, Gonzalo Díaz, y el arquitecto a cargo del proyecto, Christian Matzner.
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El encuentro tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Rancagua con participación de los dos senadores que representan a la Región, un diputado, el Alcalde de la ciudad y otras autoridades.
Al relatar el origen de este proyecto, Gonzalo Díaz recordó que el cura franciscano, Angélico Aranda, estando en Barcelona en 1909 conoció a Gaudí. De regreso en Chile, años después fue destinado a Rancagua desde donde, en agosto de 1922, escribió al arquitecto catalán pidiéndole el diseño de una capilla para la virgen para ser emplazada en esta ciudad.
Confraternidad entre España y América
En octubre de ese mismo año, Gaudí le envió croquis de la capilla proyectada para la parte posterior del ábside de la Sagrada Familia, en Barcelona. En la carta le expresa que este gesto es “una prueba de confraternidad espiritual entre España y América” y que “podría por tanto adelantar para América lo que un día lejano ha de tener realidad en la magna obra del templo”. Aunque Aranda había prometido pagarle con oraciones, en agradecimiento le envió 177 pesetas y un cuadro pintado por él que Gaudí colgó en su estudio. Aranda murió en 1961, sin que la obra se realizara.
Así nace la Capilla Nuestra Señora de los Ángeles, que tendrá una superficie de 10 x 10 metros y 30 de altura, en el parque urbano Cataluña, de Rancagua. Será la única obra de Gaudí fuera de España.
La presentación del proyecto al embajador de España se realizó en el marco del Día del Patrimonio Cultural, ocasión en la que Enrique Ojeda manifestó su deseo de interiorizarse aún más y declaró que dará apoyo institucional a la obra, propiciando que el sector privado, como la Cámara de Comercio de España en Chile, también lo apoye.
El sueño del padre Aranda
Fue en 1998 cuando se puso en marcha la Corporación que está llevando adelante el proyecto, para lo cual cuenta con el arquitecto Christian Matzner, alumno en Barcelona de Joan Bassegoda, entonces director de la Cátedra Gaudí, ya fallecido. Matzner lideró el equipo a cargo de la elaboración de los planos para el proyecto, en base a los bocetos enviados por Gaudí al padre Aranda. El proyecto recibió la aprobación del Patronato de la Sagrada Familia, órgano oficial catalán que resguarda el espíritu de Gaudí.
El gobierno chileno, por su parte, ha asignado un alto porcentaje de los fondos necesarios para la construcción de la capilla y el parque que la rodeará. La oferta del embajador Ojeda abre posibilidades de obtener el complemento financiero necesario.
Después de un siglo, el sueño del padre Aranda empieza a ser realidad.
