“Durante este tiempo en el que algunos imaginan a las personas transexuales en su peor momento, los luteranos han declarado una vez más que las personas trans son hermosos hijos de Dios. Gracias a todos los que han estado orando por mí y mi familia al aceptar este llamado”. Son palabras dirigidas a Religion News Service por parte de la que, a día de hoy, es la primera obispo transgénero de la Iglesia Evangélica Luterana, Megan Rohrer, casada y con dos hijos.
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Y es que Rohrer fue elegida para el cargo por el Sínodo de Sierra Pacífico de Estados Unidos el pasado sábado 8 de mayo, convirtiéndose así no solo en la primera persona transgénero en servir como obispo dentro de cualquiera de las principales confesiones cristianas en Estados Unidos.
Rohrer, de 41 años, es pastor en la parroquia Grace Lutheran Church en San Francisco y capellán comunitario del Departamento de Policía de la ciudad. Es, además, conocida por defender los derechos LGBTQ en el activismo social, la predicación y la escritura, así como por su trabajo con las personas sin hogar.
Comunicación para evangelizar y vivienda para los pobres
Si bien los obispos homosexuales han servido en las principales denominaciones protestantes desde que Gene Robinson fue nombrado prelado en la Diócesis Episcopal de New Hampshire en 2003, la aceptación de los sacerdotes y ministros transgénero está siendo más lenta.
Por otro lado, Rohrer, al recibir el cargo, ha señalado que las prioridades de su ministerio serán “contratar a un profesional de las comunicaciones para liderar un gran esfuerzo de evangelización”, así como promover la vivienda para personas de bajos ingresos.
