Reestructuración de los Padres Dominicos en la Argentina

El prior de la Provincia Argentina de San Agustín dio a conocer algunas decisiones que comienzan a efectivarse, después del Capítulo Provincial de fines del 2019

Hacia fines del 2019, los miembros de la Orden de los Predicadores celebraron el Capítulo Provincial en el que se decidió reestructurar la vida y la misión de la Congregación en los territorios provinciales de Argentina y de Chile.



Fray Juan José Baldini OP, Prior Provincial, explicó que estas decisiones responden al mandato del propio Santo Domingo que envió a los frailes a “predicar, estudiar y fundar conventos”. La vida conventual es parte esencial de la vocación, y garantiza un adecuado espacio de estudio y oración y una forma propia de gobierno para el seguimiento de Cristo.

Las nuevas orientaciones atañen a los miembros de la Fraternidad Laical, de la Cofradía del Rosario, la Pía Unión San Martín de Porres y a todos los feligreses y amigos de la casa de Santa Fe, además de los mismos frailes.

Los cambios

Fray Baldini manifestó que en los últimos Capítulos Generales han puesto de relieve la importancia de volver nuestra mirada a aquel propositum acunado por Santo Domingo en 1216. A nivel mundial, esta forma de vida está siendo revisada y adaptada.

En la ciudad de Santa Fe, la Orden de Predicadores está presente desde 1601. Fue protagonista y testigo de acontecimientos importantes para el país y para la vida de la ciudad. A lo largo de tanto tiempo, generación tras generación, muchos frailes y laicos han entregado sus vidas al servicio del Evangelio y de las almas.

Particularmente, la Provincia Argentina brindó una respuesta ante el pedido de ex-Maestro de la Orden, fray Bruno Cadore, de hacerse responsable de la misión en Chile, lo que ha obligado a repensar el modo de organizar la vida y la misión en comunidad, muy especialmente en los conventos y casas.

“Cada tiempo tiene sus desafíos, ahora el Señor nos conduce hacia un camino de redefinición, pero de ningún modo a un final u olvido de nuestra misión en la provincia santafesina. Ciertamente se modificará la presencia de los frailes, pero se abre una nueva posibilidad, un camino de labor conjunta, en el que codo a codo Arquidiócesis, Orden, frailes y laicos, seguirán adelante en la misión común de anunciar la Buena Noticia de Jesús muerto y resucitado”, expresó el Prior Provincial.

Continuidad de la misión

En lo que respecta a la misión en la ciudad de Santa Fe, aseguró que el templo seguirá abierto como lugar de culto para todos los fieles y especialmente para los miembros cercanos a la Orden. Se podrá seguir celebrando allí la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación.

En un trabajo conjunto con el Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, Sergio Fenoy, se decidió el nombramiento de un Rector del templo para la continuidad de los servicios sacramentales y la actividad pastoral en el convento. Los frailes, aunque no residan ahora allí, apoyarán y acompañarán a los miembros de las instituciones propias.

El espacio conventual albergará un Centro de Espiritualidad, abierto a toda la provincia de Santa Fe. Los laicos cercanos a la Orden tendrán sus reuniones regulares de formación y sus actividades. Asimismo, los frailes acompañarán el cuidado del templo, especialmente en la conservación edilicia.

Fray Baldini añadió que todos los miembros de las Instituciones Dominicanas, según su régimen propio, tendrán un acompañamiento programado y periódico, una agenda y un proyecto apostólico y formativo con el seguimiento y visita de los frailes.

Nuevos tiempos

Fray Juan José Baldini OP, desde Santiago de Chile, manifestó que esta es otra oportunidad para agradecer a Dios los dones recibidos: “este es un momento de memoria agradecida, aunque también es tiempo de siembra”.

El Prior dominico dijo que, animados por el Dueño del campo e inspirados por el trabajo generoso de muchos labradores, se vislumbra la realización de un nuevo modo de predicación del Evangelio para el Pueblo de Dios en Santa Fe.

La Orden confía en la participación de todos, como protagonistas y testigos, para esta nueva etapa de siembra, desafíos, novedades y promesas de cosecha, en medio de la Iglesia.

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