La renuncia de Julio Parrilla, obispo de la diócesis de Riobamba, y su coadjutor Gerardo Nieves, desató una tormenta de rumores en los que se ha acusado a ambos prelados de malversación de fondos, actos inmorales y hasta una destitución, lo que llevó a la propia Conferencia de Obispos Ecuatoriana a desmentir estos señalamientos.
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En un comunicado, han señalado que “ante la serie de mentiras y falsedades que se han emitido en torno a la aceptación de la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Riobamba” aclaran que “es necesario saber que en virtud del canon 401§1 del Código de Derecho Canónico” los obispos están obligados a presentar su renuncia una vez cumplidos los 75 años de edad.
“Es el caso de Mons. Julio Parrilla que el 25 de marzo de este año presentó al Santo Padre Francisco su renuncia por límite de edad y por problemas de salud pidiendo su aceptación inmediata”, acotan.
El respaldo es unánime: “La credibilidad y coherencia evangélica de Mons. Julio Parrilla le han hecho acreedor a la amistad, aprecio y admiración de muchísimas personas en nuestro país, especialmente de todos sus hermanos obispos”.
Por razones personales
En cuanto a la renuncia de Gerardo Nieves al oficio de Obispo Coadjutor de la Diócesis de Riobamba han dicho que “se debe a razones personales que nadie tiene el derecho de poner en tela de juicio, ya que toca lo más sagrado de cada persona como es su libertad y su responsabilidad”.
Al respecto lamentan: “Si no somos capaces de discernir entre los hechos objetivos y los prejuicios ideológicos, entre la verdad y las interpretaciones personales, estamos muy lejos del Evangelio que debe guiarnos a todos”.
Al mismo tiempo han anunciado que el papa Francisco ha nombrado a José Bolívar Piedra como administrador apostólico de Riobamba. Bolívar viene de ser obispo auxiliar de la arquidiócesis de Cuenca.
Regresa a España
Julio Parrilla ha salido al paso de las acusaciones de mala gobernanza y flaqueza, en declaraciones a Cáritas Ecuador indicó: “Una golondrina no hace verano, cualquiera es muy libre de decir lo que quiera, pero he trabajado por muchos años al servicio de los más empobrecidos”.
Por ahora según ha aseverado “me toca jubilarme y agradecer a Dios por el trabajo y la vida de todos estos más de 30 en Ecuador y tratar de vivir una última etapa de mi vida en paz” . No descarta regresar a España para recibir atención médica adecuada por su estado de salud y compartir con su familia como también dedicarse a la predicación y ejercicio de la caridad.
El prelado español, nacionalizado ecuatoriano, aseguró estar satisfecho de su gestión, por tanto “las acusaciones de mal manejo de dinero u otros temas de poca calidad moral son temas que hay que saber respaldarlos”.
Foto: Universidad Nacional del Chimborazo
