Nunzio Galantino: “No hay riesgo de bancarrota en el Vaticano”

presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica

En junio de 2018 el papa Francisco eligió a Nunzio Galantino, hasta entonces secretario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), como nuevo presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el organismo que gestiona buena parte de los bienes inmuebles, los fondos e inversiones de la Santa Sede. Solo en Italia suponen cerca de 1,6 millones de metros cuadrados repartidos en casi 4.000 propiedades, un ingente patrimonio cuya explotación contribuye a costear el funcionamiento de los dicasterios de la Curia romana.



En una entrevista con Vida Nueva, Galantino reconoce que “le preocupa”, pero “no le quita el sueño”, el déficit que la pandemia va a provocar en las cuentas vaticanas en 2021 y descarta que haya riesgo de quiebra. Ese peligro “no lo veo en el horizonte”, aunque no haya despidos de empleados y los comerciantes estén ahora mismo pagando solo una tercera parte del alquiler de los locales. “Y la atención a los necesitados no ha faltado en esta coyuntura, es más, se ha multiplicado. Dicho esto, estamos intentando estudiar acciones que reduzcan nuestros gastos de gestión”.

Desde principios de año, la APSA se ha hecho cargo de los fondos y de los inmuebles que antes administraba la Secretaría de Estado, una decisión tomada por el Pontífice tras el escándalo surgido por la inversión en un edificio ubicado en un prestigioso barrio de Londres.

“Será la magistratura la que definirá la entidad y el modo de todo aquello que se ha vislumbrado como irregular”, dice sobre aquella polémica operación Galantino, subrayando que la administración de los bienes debe ser “transparente, competente y fructífera”. De esta manera, se conseguirá mantener la confianza de los fieles, que “siempre tienen el derecho de saber cómo se gastan” las donaciones que realizan a la Iglesia católica.

Transparencia para evangelizar

Para el presidente de la APSA, la administración financiera debe desarrollarse con “ejemplar transparencia y en línea con la misión de la Iglesia”, como pide el Papa, pues “el anuncio y la evangelización pasan también por la credibilidad y la reputación de quienes están llamados a anunciar y a evangelizar”. Galantino, de 72 años y que cuenta con una página web personal, algo insólito en un curial, acaba de publicar el libro ‘Nel cuore de la vita: idee per prendersi cura del mondo’ (‘En el corazón de la vida: ideas para cuidar el mundo’), editado en italiano por Solferino.

PREGUNTA.- ¿Está preocupado por el déficit previsto en 2021 de casi 50 millones de euros en las cuentas de la Santa Sede?

RESPUESTA.- Si no estuviera preocupado, sería un superficial. Es lo que le ocurriría a un buen padre de familia con la obligación de hacer frente a las necesidades y a los gastos de su familia. Pero no es una preocupación que me quite el sueño. Sé bien que no soy el único que debe tomar nota de una dificultad económica, que además aquí no es nueva.

P.- ¿Cómo intenta la APSA responder a la crisis provocada por la pandemia?

R.- Puede parecer extraño lo que hemos hecho y seguimos haciendo. Sobre todo, si se considera cuál fue el primer compromiso adquirido por la APSA, y no solo ella, en cuanto se tuvo conciencia del fuerte impacto negativo que ha provocado la pandemia. Por ejemplo, en aquellos que tienen un contrato de alquiler de los inmuebles comerciales que son propiedad de la Santa Sede. Hemos reducido el alquiler en una tercera parte del coste mensual y hemos permitido retrasar el pago de otra tercera parte al momento en el que la situación vuelva a la normalidad.

Por tanto, hemos pedido solo el pago del tercio restante del alquiler. Tomamos esta decisión para ayudar a todos aquellos que han tenido que cerrar en parte o totalmente su actividad comercial. Junto a esto, hay que subrayar que se han seguido pagando regularmente los sueldos a todos los empleados. Y la atención a los necesitados no ha faltado en esta coyuntura, es más, se ha multiplicado. Dicho esto, estamos intentando estudiar acciones que reduzcan nuestros gastos de gestión.

P.- ¿Hay riesgo de quiebra?

R.- No veo en el horizonte riesgos de bancarrota. Lo que veo, en cambio, es la necesidad de revisar nuestro modo de gestionar los recursos, que dependen en gran parte de las donaciones, de los ingresos y de la valorización del patrimonio mobiliario e inmobiliario, partiendo de lo que se ha heredado del pasado.

Irregularidades

P.- ¿Cómo valora el reciente nombramiento como miembros de la APSA de los cardenales Peter Turkson y Luis Antonio Tagle, respectivos responsables del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos?

R.- Se trata de personas que llevan una sensibilidad particular a la comisión cardenalicia, llamada a apoyar la acción del presidente de la APSA, también por el papel que desempeñan en la Curia romana, al lado del Santo Padre.

P.- ¿Cómo ha cambiado el trabajo de la APSA con la gestión de los fondos y de los inmuebles que antes administraba la Secretaría de Estado? ¿Se ha descubierto alguna irregularidad ahora que están en manos de la APSA?

R.- Más allá de los adelantos y de las hipótesis periodísticas, será la magistratura vaticana la que definirá la existencia y la medida de eventuales irregularidades. La APSA, debido al motu proprio de diciembre de 2020, se hace cargo, en lugar de la Secretaría de Estado, de la administración y gestión de recursos que antes estaban disponibles por la citada Secretaría de Estado.

Respecto a los cambios que supone, debo decir que, ciertamente, ha aumentado el compromiso que se nos pide al secretario del dicasterio, a todos los colaboradores y a mí mismo. Todos debemos garantizar una gestión transparente, competente y fructífera, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo.

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