Vuelven (en versión pandémica) los “miracles” de san Vicente Ferrer a la catedral de Valencia

El cardenal Antonio Caniñares presidido la misa en honor del patrón de la Comunidad Valenciana, en la que, siguiendo la tradición, ha predicado un fraile dominico en valenciano

La pandemia va dando alguna tregua y hay algunas costumbres que se recuperan. Ha sido el caso de la representación, por parte de un niño, de uno de los sermones de san Vicente Ferrer, patrón de la Comunidad Valenciana. Este ha sido un “gesto” de vuelta a la normalidad del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares que ha presidido la misa pontifical en la catedral de Valencia, ante la suspensión de las escenificaciones de los “miracles” por la pandemia. El propio Cañizares ha alabado la representación del niño “porque ha sido un digno representante de San Vicente Ferrer y le he dicho que sea como San Vicente, un gran predicador del evangelio. Vixca Sant Ferrer!”



El valor de la vida

La celebración, con aforo reducido, ha incluido una procesión claustral y como es tradición, ha predicado un fraile dominico en valenciano. En esta ocasión, José Antonio Heredia se ha subido al púlpito para destacar que “hoy nos toca vivir una de las páginas más difíciles y delicadas de la historia reciente”, ante lo que ha animado a preguntarse “¿qué nos pide San Vicente en estos momentos y qué nos enseña?”.

Para el dominico, san Vicente Ferrer “nos invita a que no tengamos miedo porque el miedo, en el fondo, indica que no confiamos en Dios todopoderoso y misericordioso. Es el momento de confiar en Él, de abrirnos a Él sin temor”. Además, prosiguió, “nos enseña que no somos los amos de los bienes de este mundo que Dios ha creado para todos, sino administradores de los bienes que pertenecen a todos” y, para ello, “nos pide que seamos fieles a la voluntad de Dios porque hay pobres, parados, marginados, sin casa ni familia, y ellos son los llamados por Jesús bienaventurados, amados de Dios. Nosotros decimos que amamos a Dios pero no amamos a los que él ama”.

Heredia también ha recatado algunas palabras del santo que invitan a “amar y respetar la vida, como es voluntad de Dios”. ¡Cuánto sufrimiento el de las madres que consideran el aborto la única salida! ¡Cuánto sufrimiento el de los hijos, que cuando nacen se encuentran en familias desestructuradas o que no tienen lo necesario para subsistir! ¡Cuánto sufrimiento el de tantos que no consideren el matrimonio como una institución querida por Dios como signo eficaz de su amor hacia nosotros y más concretamente, del amor de Jesucristo a la Iglesia!”, clamó apelando al respeto de la dignidad humana.

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