Los miembros de la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes de la Conferencia Episcopal Argentina enviaron un mensaje pascual de esperanza y compromiso con las más vulnerables.
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Recordaron las palabras del papa Francisco, pronunciadas el 12 de abril del año pasado. En aquel entonces, el Pontífice, refiriéndose a la Resurrección, expresó que se trataba de otro “contagio”, que se transmite de corazón a corazón que espera esta Buena Noticia; un contagio de esperanza, de victoria del amor sobre el mal, “abriendo un camino en el abismo… signo distintivo del poder de Dios”
Expresaron que hoy resuena en todo el mundo el anuncia de la Iglesia: “¡Jesucristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!”.
La cercanía del Resucitado
La Comisión Episcopal afirmó que el Resucitado es el Crucificado que lleva en su cuerpo llagas indelebles que se convierten en signos de esperanza. “A Él dirigimos nuestra mirada para que sane las heridas que nos trajo esta pandemia que nos cambió la vida repentinamente”, expresaron.
Asimismo, aseveraron que este no es un tiempo de indiferencia. El mundo está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar esta crisis.
A modo de oración, pidieron que Jesús resucitado conceda esperanza a los pobres, a los que viven en las periferias, a los prófugos y refugiados, a los que no tienen un hogar, a los migrantes e itinerantes más débiles y vulnerables.
Finalmente, desearon que “el Señor de la Vida se muestre cercano a cada uno de ellos y triunfe en sus corazones y en sus vidas”.
