Santiago Silva asume como obispo de Valdivia, en Chile

El actual presidente de la Conferencia Episcopal y hasta ahora obispo Castrense se ofrece a su nuevo destino con “más que discursos, acciones; más que discursos, compañía”

En la conmemoración de san José, la iglesia diocesana de Valdivia recibió a su nuevo obispo, Santiago Silva Retamales, quien además es el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile.



La eucaristía, celebrada en el templo Catedral, sin público y transmitida por varias plataformas digitales online, contó con la participación del Nuncio Apostólico, Alberto Ortega, quien agradeció la labor del padre Gonzalo Espina como administrador y a monseñor Silva por dar su “sí” a la propuesta de ser el pastor de esta diócesis.

Al inicio de la ceremonia, Espina expuso al obispo Silva los principales desafíos y líneas de trabajo que la Iglesia de Valdivia abordó en estos más de tres años de sede vacante. Destacó la gran cantidad de “personas que en la comunidad eclesial aman profundamente a Cristo, personas que a través de diversos servicios son los santos de la puerta de al lado’”, dijo Espina.

Después que la secretaria canciller de la diócesis, Alejandra Oyarzún, leyó la Bula en la que el Papa Francisco confirmó a monseñor Silva como Obispo de Valdivia, se leyeron varios saludos de comunidades de la diócesis.

Entre la luz y la tiniebla

En su homilía, Santiago Silva describió rasgos de san José y los aplicó a la diócesis. José, “un hombre santo que discierne, y por qué discierne sigue la voluntad de Dios”, dijo el obispo, “nos muestra una imagen de diócesis, una forma de caminar, precisamente en el día de hoy”, dijo.

Agregó que “la diócesis es una comunidad eclesial de hombre y mujeres que han dejado que Jesucristo los seduzca, los llame, los convoque, les muestre la sociedad. Lo que hay que hacer. Es una comunidad eclesial en la que todos somos pecadores. En la que todos tenemos debilidades. En la que tenemos que pedir perdón por muchas cosas. En la que tenemos que saber que en este caminar nos movemos entre la gracia y el pecado, entre la luz y la tiniebla”.

“No podemos nunca, continuó Silva, perder la esperanza de que el Señor efectivamente realizó en nosotros un trabajo de redención purificando nuestra existencia, haciéndonos nuevos. Esta es la nueva creación, que tiene por centro a Jesucristo, al mesías y salvador”.

“La diócesis, concluyó el obispo, es una comunidad eclesial de fe que camina en la gracia y el pecado, que pide perdón, que sabe reconocer sus defectos; en la que nos animamos unos a otros a vivir la fraternidad. La diócesis, una comunidad de vida eclesial que vive su tiempo, que no vive en otros tiempos, que sabe discernir los desafíos de la sociedad del hoy, para ofrecer una palabra evangelizadora al hoy y aquí. Más que discursos, acciones. Más que discursos, compañía”, cerró Santiago Silva.

El papa Pío XII creó la diócesis de Valdivia en julio de 1944, ha tenido 5 obispos antes de Silva y actualmente está organizada en 21 parroquias agrupadas en 4 decanatos.

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