La víctima del seminario Vaticano relata en el juicio seis años de abusos

Se celebra la segunda vista del juicio sobre maltratos y encubrimientos producidos en el Preseminario de San Pío X en el que se forman los monaguillos del Papa

Niños del coro de Ratisbona (Alemania) en una imagen de archivo

Continua en los tribunales vaticanos la audiencia en la que se están juzgando el “ambiente insano” con tocamientos sexuales, “presiones psicológicas” y “bromas frecuentes de tipo homosexual” con el conocimiento de los superiores que se habrían producido en el Preseminario de San Pío X, dentro de las murallas vaticanas. Un juicio en el que está acusado el sacerdote Gabriele Martinelli, de 29 años, de violar a otro de los menores que formaban parte de los monaguillos del Papa que se forman en dicho centro entre 2007 y 2012.



Del miedo a la resignación

En la sesión anterior, el pasado 11 de febrero, el acusado se declaró inocente tildó de “acusaciones infundadas” para atacarle a él y al seminario menor los hechos que se están juzgando. Junto a él declararon algunos de los superiores o sacerdotes vinculados al Preseminario. Ahora, en la sesión de este miércoles, 17 de marzo, ha declarado la presunta víctima que habría sido violada cuando contaba con solamente 13 años.

El monaguillo describió la “conmoción”, “exasperación” y, finalmente, la “resignación” con la que vivió aquellas agresiones de Martinelli que en aquella época tenía 14 años. Un relato en el que se suceden escenas de cama, tocamientos, así como escenas de sexo anal y oral… que se repetían hasta “dos o tres veces por semana” durante años en la institución que ocupa el palacio San Carlo del Vaticano.

La víctima denunció que algunos abusos se produjeron en la propia basílica o en el baño que está detrás del Altar de la Cátedra. “Tenía miedo de que me hubieran visto en la cama con Marinelli y hubieran empezado los chismorreos o que me vieran como homosexual”, llegó a decir la víctima, según recoge Efe.

Próximos testigos

Además de los abusos, relató que acudió al rector del seminario, Enrico Radice –acusado de encubrimiento–, quien le trató con malas formas tildando las acusaciones como fruto de la envidia; produciéndose unos meses después la primera denuncia en el juzgado. También trató de advertir a las autoridades diocesanas y a la propia Conferencia Episcopal Italiana. Para la defensa, entonces, ambos seminaristas mantuvieron una “relación” durante 6 años.

El siguiente en pasar por el estrado será el testigo Kamil Jarzembowski, antiguo alumno del centro que relató los abusos en un programa de televión italiano. También decararán el sacerdote Vittorio Lanzani, uno de los entonces oficiales de la Basílica de San Pedro. Será el próximo 26 de marzo. La defensa ha solicitado que la diócesis de cómo –donde ejerce su ministerio Martinelli– también sea demandada según ha publicado la agencia Ansa. Este es el primer caso de abusos dentro del Vaticano que llega a la Justicia de la Santa Sede.

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