La Generalitat nacionaliza colegios católicos concertados a punto de echar el cierre

El Govern aprobó en 2019 un decreto que posibilita el rescate de las escuelas en dificultades económicas garantizando el puesto de trabajo de los profesores

Menos matrículas por la caída de la natalidad sumada a las dificultades de las familias para pagar las cuotas. Estas son las principales razones para que 7 colegios concertados católicos catalanes hayan pedido a la Generalitat, durante los dos últimos cursos escolares, que se haga cargo del 35% de financiación que depende de ellos –el otro 65% corría a cargo del concierto–, facilitando que estos pasen a ser de titularidad pública, tal como informa El Mundo.

Esto es posible debido a que, en 2019, el Govern aprobaba un decreto autonómico único en España que posibilita este tipo de rescate a las escuelas en dificultades económicas, garantizando el puesto de trabajo de todos los profesores y trabajadores de los centros, que pasan, de esta manera, a formar parte del personal laboral de la Administración hasta que su jubilación.

Eso sí, para que esto suceda, los colegios deben abandonar su identidad católica para hacerse laicos, lo cual supone, entre otras cosas, convertir la asignatura de Religión en voluntaria, así como eliminar cualquier referencia religiosa de los mismos.

Asumir los gastos

Ejemplo de ello son tres de estos colegios, pertenecientes a la congregación de las Hijas de la Caridad y que serán públicos a partir del próximo curso: el Marillac pasará a denominarse Institut Escola Sicília; el Sagrada Família será el Institut Escola Londres; y el Sagrat Cor, se transformará en el Institut Escola Aldana.

Dificultades económicas como las de estos colegios suelen darse, sobre todo, en centros pequeños, que tienen dificultades para afrontar gastos como luz, agua y administración. Pero no solo pasa en Cataluña, sino que es algo recurrente en otras partes de España. Sin embargo, por su parte, el Govern justifica el decreto asegurando que surgió a petición de los propios centros, y se lleva a cabo siempre de forma voluntaria y con la aprobación del consejo escolar.