Después de trascender este lunes un vídeo de dos minutos del acto (elaborado por la agencia rusa Ruptly y difundido por La Marea), se ha levantado una fuerte polémica por el homenaje a la División Azul que se celebró este pasado sábado 13 de febrero en el cementerio madrileño de La Almudena.
En ambientes eclesiales ha dolido especialmente que un sacerdote bendijera el acto, convocado por la organización fascista Juventud Patriota y en el que, además de la presencia de abundante simbología nazi y franquista, Isabel Medina Peralta, joven representante de la falangista Sección Femenina, clamó en su intervención que “el judío es el culpable”.
No está en comunión con Roma
Tras publicar ayer Vida Nueva que el presbítero en cuestión es Javier Utrilla Avellanas, aragonés de 30 años que en 2017, en la localidad suiza de Econe, se ordenó sacerdote de la Hermandad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX), que no está en comunión con la Iglesia católica por su negativa tajante de aceptar el Concilio Vaticano II, hoy hemos tenido acceso al vídeo completo del acto, de 102 minutos de duración.
En él, en el minuto 50, tras relatar uno de los organizadores que “han intentado boicotearnos otra vez con una denuncia ante la Fiscalía del Odio”, se presenta al “páter Javier Utrilla”. Este, después de ser recibido con un cálido aplauso, afirma lo siguiente: “Muy queridos amigos y hermanos: acabo de oír la palabra ‘odio’. Sin duda, es todo lo contrario de lo que representa la gesta y la memoria de estos caídos de la División Azul. La División Azul fue, ante todo, una muestra de amor. Amor que Nuestro Señor Jesucristo nos enseña… No hay mayor amor que el de aquel que da la vida por sus amigos. Y mucho más el de aquel que lo deja y lo sacrifica todo para ir a un país lejano, no para odiar o matar por odio, sino para luchar y morir, como hemos visto en estos ejemplos eximios, por la paz de sus hermanos”.
El marxismo turba la paz
“La paz –continúa– no está solo es buscar convencer, sino también en resistir a aquellos que quieren turbarla. Y sin duda que el marxismo, al igual que ayer, en la época de la II Guerra Mundial, y hoy también, sigue intentando turbar la paz de nuestra sociedad, turbar la paz de los espíritus y, sobre todo, quitar a aquel que es el príncipe de la paz, Nuestro Señor Jesucristo”.
“Por eso –remacha– es un acto de amor resistir al odio. Odio que viene de estas malas doctrinas y, al final, del Príncipe de este mundo, Satanás, que sigue luchando por intentar desarraigar la herencia de Nuestro Señor Jesucristo. Herencia que ante todo tiene que estar en el amor, en el sacrificio por nuestros hermanos, en el bien de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, de nuestras almas”. Almas a las que encomienda la oración con la que concluye su intervención, en latín y “por la Iglesia católica; la única Iglesia verdadera, por supuesto”.
Condena de Osoro
Tras anunciar la Fiscalía de Madrid que investigará lo ocurrido en un acto en el que hubo proclamas “antisemitas”. Ayer, a través de Twitter, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, mostró su apoyo al presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Benzaquén, y le trasladó “la cercanía de la Iglesia católica en Madrid tras los intolerables ataques que han sufrido. Junto a nuestros hermanos judíos, rezamos por el fin de toda violencia y de cualquier persecución religiosa”.
