Ante la ley del aborto en Argentina, la escuela católica reafirmó como opción la educación sexual integral

Las entidades nucleadas en FAERA volvieron a afirmar: “Tenemos todo el derecho de pensar que no es una ley justa cuando priva a algunas personas humanas del derecho a la vida”

La Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA) animó a la comunidad educativa ante el inicio de la presencialidad y los desafíos que significa, teniendo como prioridad los derechos de los chicos. Además, fijó su postura sobre los requerimientos de la ley del aborto



Recordaron que, a fines del 2020, lo vivieron con un sabor amargo. A la difícil situación vivida por la pandemia del COVID-19 se sumó la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Y añadieron: “Todo estuvo mezclado, intereses partidarios, intereses internacionales, situaciones reales”.

Educación sexual integral

Ante la imposición de la ley de capacitar a los docentes para que brinden atención a quienes soliciten abortar, FAERA expresó con contundencia: “Tenemos todo el derecho de pensar que no es una ley justa cuando priva a algunas personas humanas del derecho a la vida”.

La Comisión Directiva reafirmó entonces el compromiso asumido después de la aprobación de ley: brindar una educación sexual integral, en el marco de la antropología cristiana y en el reconocimiento del valor único e innegociable de toda vida humana. 

Aseguraron que no sólo los asiste el derecho -garantizado por la Constitución Nacional- a la libertad de enseñanza, libertad religiosa y libertad de expresión, sino también un deber ético impulsado por el Papa Francisco y “el compromiso con el Evangelio de Jesús que proclamamos en la escuela católica congregacional”.

La ley de educación sexual integral contempla, en el artículo 5, que cada comunidad educativa la incluya en el proyecto institucional, de acuerdo a la realidad sociocultural y en el marco del respeto a su ideario institucional y de las convicciones de sus miembros

Asumir la vida

Faera expresó que no desconoce el drama complejo que viven las niñas, adolescentes y jóvenes, de todos los espacios sociales y culturales. Y por la tarea pastoral que realizan los religiosos, sacerdotes y profesionales que acompañan este drama, saben “que el aborto está muy lejos de solucionar un problema, más bien crea uno nuevo del que difícilmente se vuelve”.

Invitaron a no privar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la perspectiva evangélica de la vida, a ayudar a comprometerse y asumir la vida como viene. Confirmaron que la finalidad de la Escuela Católica es “proponer una experiencia vivencial del Evangelio de Jesús en el marco de la comunidad educativa”.

Finalmente, en el comunicado, solicitaron de todos “el compromiso con un humanismo evangélico que funda nuestros compromisos éticos, y nos brinda un horizonte de sentido”. Y se comprometieron a “acompañar a toda persona humana que se encuentra en el drama de este dilema, especialmente si son niñas, adolescentes o jóvenes a los que asistimos en la pastoral educativa de nuestras obras”.

Noticias relacionadas
Compartir