San Juan de Ávila se internacionaliza por mandato del Papa. La Iglesia universal recordará cada 10 de mayo –como ya hace la Iglesia en España– al patrón del clero español. Francisco decreta la introducción en el Calendario Romano General del doctor de la Iglesia.
El presbítero será inscrito en los Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y la Liturgia de las Horas y publicado por las conferencias episcopales, como ha indicado esta mañana la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El Pontífice también ha introducido en el Calendario Romano a san Gregorio de Narek, abad y doctor de la Iglesia, el 27 de febrero, y a santa Hildegarda de Bingen, virgen y doctora de la Iglesia, el 17 de septiembre.
“La santidad se vincula con el conocimiento, que es experiencia del misterio de Jesucristo, indisolublemente unido al misterio de la Iglesia. Este vínculo entre santidad e inteligencia de las cosas divinas y también humanas, brilla de modo particular en aquellos que han sido adornados con el título de doctor de la Iglesia. De hecho, la sabiduría que caracteriza a estos varones y mujeres no les concierne solo a ellos, ya que, al convertirse en discípulos de la Sabiduría divina, se han convertido a su vez en maestros de sabiduría para toda la comunidad eclesial”, reza el decreto firmado por el cardenal prefecto de la Congregación, Robert Sarah.
Marta, María y Lázaro
Por otro lado, y en otro decreto, Jorge Mario Bergoglio ha introducido en el Calendario a Marta, María y Lázaro el 29 de julio, “considerando el importante testimonio evangélico que dieron al hospedar al Señor Jesús en su casa, al escucharlo atentamente, al creer que él es la resurrección y la vida”. Hasta ahora solo estaba inscrita Marta.
“En la casa de Betania, el Señor Jesús experimentó el espíritu familiar y la amistad de Marta, María y Lázaro, y por eso el Evangelio de Juan afirma que los amaba. Marta le ofreció generosamente hospitalidad, María escuchó atentamente sus palabras y Lázaro salió rápidamente del sepulcro por mandato de Aquél que ha humillado a la muerte”, reconoce el decreto.
