Las 10.000 vacunas de Pfizer llegarán a la Santa Sede el 4 de enero. Será entonces cuando se dé el pistoletazo de salida a la campaña de inmunización tanto para la Curia romana como para los trabajadores -incluidos sus familiares- del Estado más pequeño del mundo.
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Pero, ¿cuál será el protocolo para organizar el proceso? ¿Qué criterios se seguirán para decidir quienes serán los primeros vacunados? Todo hace pensar que los papas podrían estar los primeros en la lista, si bien, la agencia de noticias Telam apunta que “es muy probable” que Francisco sea el primero.
Autoridades y referentes
Por un lado, tendría sentido que formaran parte del grupo prioritario por su condición de autoridades y referentes, sobre todo teniendo en cuenta las llamadas que el Vaticano ha hecho en las últimas semanas para que los católicos den un paso al frente por responsabilidad social, borrando además toda sombra de dudas sobre la moralidad en aquellas que hubieses utilizado líneas celulares de fetos abortados.
Así lo sentenciaron en una declaración conjunta la Pontificia Academia para la Vida y la Comisión del Covid-19. En ella, ambos organismos aseveraban que “el rechazo de la vacuna es un riesgo para los demás”. De ahí que, la imagen de los dos pontífices recibiendo la primera dosis de Pfizer pueda convertirse en un reclamo global.
Población de riesgo
Por otro lado, y principalmente, el Papa y el Papa emérito podrían ser los primeros de la fila por tratarse de población de riesgo. Joseph Ratzinger tiene 93 años y Francisco, 84. Y más aún, teniendo en cuenta que el Papa argentino ha recuperado tanto su agenda de encuentros personales en Santa Marta en los Palacios Apostólicos y su reiterado empeño en recuperar las audiencias generales con fieles buscando el contacto físico con ellos. En menor medida, el Papa alemán también continúa recibiendo visitas en su residencia, el monasterio Mater Ecclesiae.
El organismo responsable de organizar la vacunación es el Fondo de Asistencia Sanitaria, que trabaja mano a mano en esta cuestión con la Dirección de Salud e Higiene del Governatorato. En total, está previsto que se inmunice a las 800 personas que viven en el Vaticano, además de los 4.000 trabajadores en activo y retirados.
