La huelga de trabajadores campesinos en Perú ha desatado una nueva crisis política, por ello los obispos han expresado su preocupación ante la ola de violencia tras las protestas iniciadas en la región de Ica, por lo que “estamos convencidos que el diálogo constituye el único camino para solucionar los problemas que puedan existir”.
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Al tiempo que han propuesto al cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo y primer vicepresidente y al obispo de Ica, Héctor Vera, para ofrecer sus buenos oficios como interlocutores “a fin de buscar una solución pacífica y armoniosa”.
“Entendemos que existen reclamos legítimos por parte de la población trabajadora, pero no debemos permitir ni avalar que se promueva la violencia y el irrespeto a los derechos de las personas y de las empresas”, han expresado.
Revisar el marco normativo agrario
Los prelados han instado a todas las partes: trabajadores, empresarios y representantes del Estado, “a promover los espacios y decisiones necesarios para llegar a un acuerdo que ponga fin al caos, pero también a las diversas formas de explotación laboral”.
Por tanto “urge que el Congreso de la República, revise cuidadosamente el marco normativo laboral agrario, con la finalidad de desarrollar una legislación que permita generar trabajo con condiciones y salarios dignos que garantice una sociedad más justa, más solidaria y con mayor bienestar”.
