Fidequiz, un juego de mesa para dar testimonio de fe

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De un recurso para apoyar las catequesis hasta en algo que va más allá: una herramienta de evangelización y una alternativa de ocio para los jóvenes y las familias. Así define Iván Serrano, creador de Fidequiz, lo que es este juego y como surgió. Y es que, basado en un funcionamiento pregunta-respuesta –como el tradicional Trivial–, es un juego de mesa con preguntas específicas relacionadas con el catecismo católico. De hecho, las preguntas se dividen en las categorías Doctrina, Iglesia, Biblia, Cultura Religiosa, y Liturgia y Sacramentos, y Carisma, sobre congregaciones religiosas.



“Quería conseguir un medio para que los jóvenes de catequesis repasaran y consolidaran los conocimientos que se impartían en la catequesis y además que obtuvieran más que les pudieran servir para su vida cristiana y cotidiana cuando terminarán las catequesis”, explica Serrano a Vida Nueva. “Mi fin no es limitarme a prepararlos para recibir un determinado sacramento, mi fin es conseguir convertirlos en buenos amigos de Jesús, de que lo conozcan más para que así puedan amarlo”, dice. “No se puede amar lo que no se conoce”.

En cuanto a su experiencia personal, apunta que llegó a ser catequista tras un proceso de regreso a la vida de fe, después de muchos años de alejamiento, impulsándole a ello una fuerte vivencia durante un cursillo de cristiandad. “Me di cuenta que era un completo analfabeto en materia religiosa, y con empeño me fui poniendo al día con lecturas, con conversaciones con personas muy formadas”, señala.

Un juego para dar testimonio de fe

Cuando comenzó de catequista le surgió esa necesidad de crear una herramienta de repaso y de ampliación de conocimientos. “Se me ocurrió, si quería que fuera amena, que fuera en forma de juego”, apunta. “Desde hacía años me entusiasmaban los juegos de preguntas y respuestas de todo tipo de materias, y esa fue mi fuente de inspiración”, afirma. Y se puso manos a la obra con lo que tenía por casa. “Desarrollé un juego básico con tarjetas hechas con cartulinas y, al comprobar que funcionaba según las expectativas que me había fijado, di un paso más y elaboré un tablero rudimentario vinculado a las tarjetas… y eso fue todo un éxito”.

Después de esto se le ocurrió que Fidequiz podría ser útil para otros catequistas y que, a su vez, también podría convertirse en herramienta de evangelización. “Espero que ayude a muchas personas a que Jesús sea más conocido y por lo tanto amado, y que conozcan nuestra fe cualquier persona que quiera hacerlo, de una forma divertida, llevadera y sencilla”, cuenta. “Hay muchas personas que están como yo estaba en los inicios de mi vuelta a la fe, con muchas lagunas y carencias de conocimientos y he querido poner mi granito de arena para que lo tengan más fácil que yo, que con un solo juego, un material, puedan adquirir y ampliar conocimientos de forma agradable”, subraya.

Con Fidequiz quiere transmitir, además, que es posible aprender de manera divertida “y también dar un testimonio de fe, de que nunca es tarde para volver a tenerla, que a veces también es cuestión de elegir aquello que más puede ayudarnos a volver, porque pueden ser cosas de lo más variopintas, y las menos pensadas”. Por ello, espera que su juego pueda ser “un medio para muchas personas para encontrar el camino de vuelta”. “Al menos me gusta pensarlo así y en ello tengo muchas esperanzas”, añade. “Lo que más me gustaría es que sea útil sin dejar de ser divertido para que a la gente no le cueste utilizarlo y así llegar a muchas personas”, señala, si bien no pretende que “Fidequiz sea un sustituto de medios muy válidos, solo pretendo que pueda ser uno más”.

Jugar para superar el individualismo

“Desde que comencé como catequista al principio oía y luego me di cuenta de ello, que era fundamental que la catequesis tuviera su continuación en casa, ya que la involucración de padres y familia son fundamentales para la catequesis y la formación cristiana”, explica. “En mi opinión creo que la catequesis quedaría limitada, pobre, insuficiente si solamente se limitara a las sesiones que se imparten en la parroquia”, subraya. Por eso, considera que Fidequiz puede ayudar y ser beneficioso para que la continuidad de la catequesis se dé en casa, “ademas de que puede ayudar a establecer lazos más fuertes por medio de un juego entre los miembros de la familia”.

“Creo que los juegos de mesa ayudan a vivir el ocio de forma común con la familia, los amigos, y eso creo que es muy beneficioso en una época en la que hay tanto individualismo”, subraya. “Por supuesto que con esto no estoy censurando otros modos de ocio, pero sí creo que todavía tienen mucho que aportar los juegos de mesa, aunque a simple vista puedan parecer obsoletos”, añade. “Hay familias que me han transmitido que se lo pasan genial jugando en sus ratos de ocio a Fidequiz y eso me ha hecho tomar conciencia de que lo que surgió en un primer momento como una herramienta para mis catequesis se ha convertido en algo que ha ido mucho más allá de mis expectativas y eso me ha producido mucha satisfacción, ha sido para mi una recompensa a todos los años de trabajo y esfuerzo para crear Fidequiz”.

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