Con el confinamiento habrá en Filipinas 2,5 millones de embarazos “no planificados”

Niños en Manila

Tras la la aprobación en el Parlamento del proyecto de ley que prohíbe el matrimonio infantil en Filipinas, la Iglesia católica ha festejado públicamente una decisión que, significativamente, ha sido adoptada por unanimidad y que fija en los 18 años la edad mínima para casarse. Algo que aventura un cambio de raíz en la propia estructura de la sociedad filipina, donde una de cada seis menores se casan antes de llegar a esa edad.



En conversación con Vida Nueva, el misionero español Ángel Calvo, quien lleva cuatro décadas en Filipinas, nos cuenta desde la región de Mindanao que, “en estos países del Sureste Asiático, hay un porcentaje muy elevado de chicas que se quedan embarazadas siendo menores de edad”.

Centro de acogida en Zamboanga

Frente a esta lacra, el claretiano cuenta que “nosotros, que mantenemos un centro en Zamboanga dedicado a las víctimas del trafico de menores que vienen de toda la región de Mindanao, vemos claramente cómo la mayoría de las chicas llegan al centro denunciando que son víctimas de abusos sexuales de las familias o de empresas que les proporcionaron un trabajo; y casi la mitad mantienen casos legales en el juzgado”. “La cantidad de menores –se duele– que no encuentran escolarización ni un trabajo es un problema en el país y, concretamente, en esta parte de Mindanao; para ellas, el único recurso es juntarse a una persona y quedarse embarazada”.

Pese a ser ya un fenómeno estructural, Calvo observa que, “durante esta pandemia, se ha incrementado mucho este problema. Deben estar encerrados mucho tiempo en sus casas y no están acostumbrados. Con el calor que hace y como no hay trabajo y la vida en la calle resulta peligrosa porque no hay comida, lo fácil es juntarse. ¿La conclusión? Durante el confinamiento por el coronavirus, según el Instituto de Población de la Universidad de Filipinas (UPPI) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en Filipinas se registrarán 2,5 millones de embarazos ‘no planificados’ hasta fin de año, lo que supone un aumento del 42% con respecto a 2019”.

Planificación familiar y anticonceptivos

“El tema –reconoce– de la planificación familiar y los anticonceptivos para el control de la natalidad genera grandes divisiones en el país. A pesar de la oposición de la Iglesia, en 2012, después de años de debate, se aprobó la Ley de Salud Reproductiva, que introdujo un programa nacional de planificación familiar para reducir la tasa de natalidad”. Ahora, se ha dado un paso más allá con la ley que prohíbe los matrimonios infantiles.

“Es cierto –concluye Calvo– que la moral católica domina la ley filipina pese a la separación Iglesia-Estado. Sobre todo con los últimos presidentes, las leyes sobre los anticonceptivos dominan la sociedad. Debe ser la conciencia de la pobreza la que domine todavía a las familias más pobres…”.

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